Operación de cerebro con electrodos ayuda a combatir la depresión: cirujano explica cómo funciona
De acuerdo con los médicos, tras la cirugía de 6 horas, la vida de la paciente cambia entre un 80 % y 90 %.
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En el Hospital Internacional de Colombia, ubicado en Bucaramanga, se practicó por primera vez una cirugía cerebral para tratar la depresión severa resistente. El procedimiento, que tuvo como paciente a una mujer llamada Lorena Rodríguez, fue liderado por el doctor William Contreras, neurocirujano, quien implantó 4 electrodos en el cerebro de la paciente para lograr una estimulación continua del sistema límbico, centro de las emociones.
“Yo no le cambio el alma a las personas. Le acomodo, en el caso de Lorena, un desequilibrio en la emoción, pero ella sigue con sus memorias, creencias…”, afirmó Contreras en diálogo con Mañanas Blu. El médico también explicó que este tipo de intervención puede ayudar incluso en comportamientos agresivos patológicos.
La operación consistió en introducir electrodos con precisión estereotáctica y conectar los impulsos a una batería instalada bajo la clavícula. “La batería de Lorena dura 25 años. Cuando se acabe, se reemplaza, pero los electrodos quedan de por vida”, detalló.
La paciente no se ajusta todos los días, pero puede regular la estimulación con un control remoto, detalló el galeno: “Tiene tres programas: culpa, tristeza, rumiación (ideas obsesivas que no se van) y ansiedad”, explicó el neurocirujano. El dispositivo permite cambios según el estado emocional, bajo supervisión médica.
Contreras enfatizó que este tratamiento se aplica solo cuando se han agotado todas las alternativas. “Debe haber un diagnóstico claro, al menos dos semanas o hasta dos años sin mejoría, uso de cuatro antidepresivos y terapias para tolerar lo impredecible, que no manejamos bien los colombianos”, dijo.
Aunque algunos lo comparan con una forma de “chip para la felicidad”, el especialista advierte sobre los límites del transhumanismo: “Se puede poner un chip, sí, pero también se puede ser más feliz haciendo ejercicio”, apuntó al respecto.
Sobre la medicación, fue claro: “No buscamos suspender el medicamento porque están hechos para usarse de por vida. Si se puede reducir, lo hacemos, pero no es el objetivo principal”, detalló.
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Y frente a la idea de mejorar la inteligencia con esta tecnología, fue directo: “Yo les digo a esos pacientes: siéntate a estudiar. La inteligencia tiene muchas formas. Hacer a alguien más feliz, sí; más inteligente, es otra historia”, explicó sobre esta cirugía que marca un hito para la salud mental en el país.