Operación Oriente: la misión encubierta que llevó a la caída de poderoso círculo económico del ELN
Agentes de inteligencia militar lograron entrar al círculo más cerrado del Frente de Guerra Oriental del ELN y descubrir cómo sus cabecillas lavaban millones de pesos a través de testaferros, empresas y propiedades.
Operación Oriente: la misión encubierta que llevó a la caída de poderoso círculo económico del ELN
La madrugada del 22 de octubre de 2025 fue el punto culminante de una infiltración silenciosa que comenzó cuatro años atrás. Desde mediados de 2021, un grupo élite de inteligencia militar se infiltró en el núcleo financiero del Frente de Guerra Oriental del ELN, uno de los brazos más poderosos y violentos de esa organización criminal. La operación, bautizada como ‘Oriente’, fue desarrollada de manera conjunta, coordinada entre el Ejército, la Armada, la Fuerza Aeroespacial, la Policía y la Fiscalía.
Durante años, los agentes encubiertos convivieron en medio de la red criminal, ganándose la confianza de intermediarios y colaboradores hasta llegar al círculo más cercano de los cabecillas, alias Pablito, Raúl o Nacho y Sendales. Fue así como descubrieron cómo el grupo armado convertía los recursos del narcotráfico y la extorsión en empresas legales, propiedades, fincas, haciendas, vehículos de carga, discotecas y hasta sociedades con presencia en la bolsa de valores.
El trabajo de los agentes fue minucioso. A través de seguimientos, comunicaciones interceptadas y documentos financieros, lograron mapear la ruta del dinero ilícito, desde su origen en la frontera araucana hasta su ingreso en circuitos económicos legales en Bogotá, Leticia y Norte de Santander.
Cada propiedad, vehículo o empresa era rastreada con precisión. Los investigadores comenzaron a identificar una red de testaferros que, bajo apariencia de empresarios, comerciantes o ganaderos, administraban los bienes del grupo armado.
Operación Oriente: la misión encubierta que llevó a la caída de poderoso círculo económico del ELN
Foto: suministrada
Con la información recolectada, la operación pasó a su segunda fase: infiltrarse también en esa red. Algunos de los testaferros, acorralados por la evidencia y conscientes del alcance judicial, decidieron colaborar con la justicia, aportando nombres, documentos, ubicaciones y contactos que resultaron cruciales.
Gracias a esos testimonios, la Fiscalía y los equipos de inteligencia militar pudieron reconstruir toda la estructura financiera del Frente de Guerra Oriental. El 22 de octubre, con las pruebas en mano, se dio el golpe final: la ‘Operación Oriente’.
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En simultáneo, en Bogotá, Arauca, Norte de Santander y Amazonas, las autoridades capturaron a seis personas e intervinieron más de 75 bienes inmuebles, 40 vehículos, varios de alta gama, y 40 sociedades económicas, además de locales comerciales y haciendas con grandes extensiones de tierra.
El golpe más profundo a las finanzas del ELN
La infiltración no solo permitió atacar el dinero, sino quebrar la red de confianza que sostenía la economía del ELN. Losinformes de inteligencia revelan que la información obtenida “desde adentro” fue tan detallada que permitió desmantelar operaciones que llevaban más de una década camufladas bajo fachadas legales.
Este golpe, calificado por las autoridades como “el más importante en la historia reciente contra las finanzas del ELN”, afectó directamente a los tres cabecillas principales del Frente de Guerra Oriental: alias Pablito, Raúl o Nacho y Sendales, responsables de delitos como atentados terroristas, narcotráfico, extorsión, reclutamiento de menores y homicidios.