Crisis humanitaria persiste: Defensoría registra 159.000 víctimas de desplazamiento y confinamiento
En su más reciente informe, la Defensoría alertó sobre la persistencia de la crisis humanitaria: casi 160.000 colombianos han sufrido desplazamientos forzados, confinamientos o están en riesgo de padecerlos.
Según el organismo, 87.898 personas fueron víctimas de desplazamiento forzado masivo en 76 eventos, mientras que 71.219 personas resultaron afectadas por confinamientos en 67 casos documentados. Adicionalmente, se registraron 173 situaciones de riesgo de confinamiento y/o desplazamiento, lo que evidencia la persistencia de la violencia armada y sus impactos sobre las comunidades.
Durante agosto, la Defensoría registró 16 eventos de desplazamiento forzado que afectaron a 2.934 personas en departamentos como Antioquia, Bolívar, Cauca, Chocó, Nariño y Norte de Santander, siendo este último el más golpeado con tres hechos en Tibú.
En el mismo mes, se documentaron 10 eventos de confinamiento que limitaron la movilidad de 6.174 personas. Los departamentos más afectados fueron Chocó, Arauca, Bolívar y Valle del Cauca, donde comunidades indígenas y afrodescendientes quedaron atrapadas por enfrentamientos armados.
Defensoría
Foto: Defensoría
A estas cifras se suman 21 eventos de riesgo de desplazamiento y/o confinamiento en regiones como Putumayo, Córdoba, Huila y Caquetá, lo que refleja el alcance nacional de esta problemática.
Las principales causas identificadas son la presencia de actores armados ilegales, confrontaciones armadas, homicidios selectivos, amenazas, reclutamiento de menores y la siembra de artefactos explosivos, factores que incrementan la vulnerabilidad de la población civil.
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En paralelo, Colombia continúa siendo un país de tránsito para migrantes irregulares. Entre enero y agosto de 2025, 106.590 personas ingresaron de forma irregular, principalmente provenientes de Venezuela, Ecuador y Perú, mientras que más de 15.000 migrantes ingresaron en flujo inverso desde Panamá hacia el Chocó. Estos movimientos se desarrollan en medio de riesgos asociados como trata de personas, violencia sexual, instrumentalización de menores y xenofobia.
La Defensoría advirtió que la persistencia de estos hechos exige mayores esfuerzos institucionales para garantizar la protección de las comunidades, así como la atención humanitaria urgente a las poblaciones afectadas.