La política de paz total del gobierno del presidente Gustavo Petro ha enfrentado una gran desilusión, principalmente debido al proceso fallido con el ELN, que era considerado el más importante.
Según el excomisionado Otty Patiño en conversación con El Radar de Ricardo Ospina, en una reciente entrevista, esta desilusión tiene sus raíces en un encuentro que el actual mandatario sostuvo con líderes del ELN incluso antes de ser elegido presidente.
Patiño reveló que, siendo Gustavo Petro candidato presidencial, se entrevistó con uno o dos miembros del comando central del ELN. Durante esta reunión, los representantes del grupo guerrillero le habrían prometido que si él ganaba las elecciones, la negociación de paz con ellos sería "muy rápida".
Él creyó, él se entrevistó no sé si con uno o dos de ellos y le plantearon que si él ganaba, con él iban hacer una negociación muy rápida. Esa reunión fue siendo el presidente Gustavo Petro candidato... Y él creyó en eso
afirmó Patiño.
Sin embargo, la realidad post-elección fue otra. Una vez en la presidencia, cuando Petro intentó hacer efectiva esa promesa, el ELN "no quisieron realmente avanzar". Según Patiño, a pesar de esta situación, el presidente Petro demostró una "extremada paciencia" con el ELN, tardando más de dos años en determinar que el grupo realmente no tenía voluntad de paz.
La ruptura en la relación y el fracaso del proceso se atribuyen a varios factores, según Patiño. Una de las razones principales fue la falta de un propósito político claro por parte del ELN.
Patiño concluyó que el ELN no tiene una intención ni un propósito claro de paz, y que se encuentran "muy amañados con la situación de guerra", especialmente en el cordón fronterizo colombiano-venezolano.
Además de la falta de voluntad política, Patiño reveló que su relación personal con el comando central del ELN se rompió debido a una amenaza de tipo personal en su contra y contra uno de sus principales asesores, Álvaro Jiménez.
Estas amenazas, que Patiño hizo públicas, fueron descritas no solo como "amenazas de muerte", sino como "decisiones de matar, que es peor aún". Patiño explicó que, al descubrir sus intenciones y apoyar el proceso de paz con la disidencia positiva del ELN, los Comuneros, el ELN "se sintieron muy ofendidos y tomaron la decisión en el caso de Álvaro de asesinarlo".
El punto de quiebre definitivo para el gobierno ocurrió a principios de este año, cuando el ELN cometió el asesinato de personas en Catatumbo, además de desplazar a otras cien y desaparecer y desplazar a cerca de 16.000 personas. Fue entonces cuando el gobierno decidió suspender los diálogos con ellos.