¿Por qué Catar para negociar con el Clan del Golfo? Jefe negociador del Gobierno explica
El delegado aclaró que la llegada a Catar no fue improvisada, sino fruto de un trabajo conjunto con el grupo armado ilegal.
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El jefe de la delegación del Gobierno nacional para el proceso de conversaciones con el Clan del Golfo, Álvaro Jiménez, explicó las razones por las que Catar fue elegido como país garante en estas negociaciones de paz.
“Catar es un jugador importante en materia de mediación: ha conseguido desarrollos significativos en los procesos donde ha participado, uno reciente entre el Congo y Sudán, que tenían un conflicto bastante fuerte, y participa en procesos complejos, como el que estamos abordando en Colombia”, señaló Jiménez.
El delegado aclaró que la llegada a Catar no fue improvisada, sino fruto de un trabajo conjunto. “Desde que el Gobierno inició, el propósito ha sido construir paz. Hemos tenido conversaciones confidenciales, con altibajos, pero logramos mantener canales de comunicación. No llegamos a Catar solos, fue una voluntad construida y conjunta; ellos fueron partícipes de esta decisión”, subrayó.
Jiménez también reveló que el presidente, en julio del año anterior, designó un equipo de trabajo para fortalecer el proceso. “Con ellos tendremos un equipo de Estado, más que de Gobierno, que participará de este proceso establecido y esperamos que pueda avanzar de manera significativa y rápida para lograr los propósitos para las regiones donde la vida de las personas está sometida y fortalecer la institucionalidad misma”, precisó.
Según el jefe negociador, en los últimos tres años, y especialmente desde diciembre de 2023, se han construido elementos de confianza que podrían derivar en acuerdos concretos para las comunidades afectadas por la violencia del Clan del Golfo. “Hay elementos confidenciales que el país conocerá en su momento”, indicó.
Aunque reconoció que “los tiempos para el fin del Gobierno son cortos”, afirmó que se ha trabajado con anticipación para que los grupos armados dejen el control territorial y transiten hacia la ciudadanía plena. “No podemos condenar a comunidades a vivir generación tras generación bajo dinámicas armadas que no hemos logrado transformar ni como sociedad ni como Estado”, concluyó.