La menopausia, definida como la ausencia de menstruación durante más de un año, marca el final del ciclo menstrual y la capacidad reproductiva de las mujeres. Según la ginecóloga Claudia Otálora, adscrita a Colsanitas, la principal causa de este proceso es el agotación folicular, es decir, el envejecimiento natural del ovario. Sin embargo, en algunos casos, la menopausia llega de forma prematura, antes de los 40 años, o temprana, antes de los 45.La menopausia es solo una etapa dentro del climaterio, un período de transición que va desde la vida fértil hasta una etapa no reproductiva. El climaterio se divide en tres fases:Perimenopausia : Comienza entre dos y cinco años antes de la menopausia y se caracteriza por alteraciones en el ciclo menstrual. Termina 12 meses después de la última menstruación.Menopausia : Es el punto en el que cesa la menstruación.Posmenopausia : Se divide en dos etapas. La temprana, donde los síntomas como sofocos y pérdida ósea son más evidentes, y la tardía, que inicia cinco años después de la última menstruación y dura hasta el final de la vida.¿Por qué la menopausia puede adelantarse?Hay casos en los que la menopausia llega de manera prematura (antes de los 40 años) o temprana (antes de los 45 años). Estas son algunas de las razones.Castración quirúrgica : Pacientes con cáncer de ovario o quienes han sido sometidas a la extracción de los ovarios.Tratamientos agresivos : Mujeres que han recibido quimioterapia, lo que destruye las células germinales.Falla ovárica : Los ovarios contienen menos óvulos, lo que provoca un desgaste prematuro y, por fin, la menopausia anticipada.La menopausia afecta la producción de hormonas, lo que desencadena cambios físicos, como la caída de los senos, aparición de arrugas, cambios en la distribución de grasa corporal y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y osteoporosis.Los síntomas de la menopausia se dividen en dos grandes grupos:Vasomotores : Incluyen sofocos o "calores", que son sensaciones repentinas de calor acompañadas de sudoración, dolor de cabeza y dificultades para dormir.Urogenitales : Afectan el tracto urinario y el sistema reproductor, manifestándose como sequedad vaginal, picazón, incontinencia urinaria y una disminución de la libido, debido a la baja producción de estrógenos.Para mitigar estos síntomas, la doctora Otálora recomienda las terapias hormonales , que pueden incluir estrógenos o progestágenos administrados por vía oral, transdérmica o mediante cremas vaginales, lo que también ayuda a prevenir la osteoporosis. Además, las terapias no hormonales , como los antidepresivos o moduladores, pueden aliviar los sofocos.Otálora también sugiere realizar cambios en el estilo de vida, como incorporar actividad física regular, consumir alimentos ricos en calcio y vitamina D, y evitar el alcohol, la cafeína y los alimentos picantes. Además, alimentos como la soja y el tofu, ricos en fitoestrógenos, pueden ayudar a reducir los síntomas de la menopausia.Finalmente, es importante asistir a chequeos médicos anuales para evaluar la salud ósea y realizar pruebas como mamografías y citologías, asegurando así un acompañamiento adecuado durante el clima.
En primer debate fue aprobado el proyecto que garantiza el acceso a productos de higiene menstrual en los colegios públicos, especialmente en las zonas donde hay menos recursos y en la ruralidad. El proyecto pasará a segundo debate en plenaria del Concejo para que pueda convertirse en norma de ciudad con ratificación de la Administración Distrital.Los productos que se plantearon en el proyecto, y deberán ser entregados incluyen toallas higiénicas, tampones, protectores íntimos, copas menstruales, ropa interior absorbente y productos para el manejo del dolor menstrual.“En una ciudad como Bogotá, el 13 % de las niñas y mujeres tuvieron dificultades para adquirir productos de cuidado menstrual, de ahí la importancia de este proyecto”, aseguró el concejal Julian Sastoque, autor de la iniciativa.En el proyecto está incluido que la Administración Distrital realice revisiones periódicas de las baterías sanitarias de las instituciones de la ciudad para que cumplan con los niveles requeridos de accesibilidad, higiene, privacidad, iluminación, acceso a agua potable, insumos especiales para cambio y limpieza de los elementos de cuidado menstrual.Con el fin de que las comunidades beneficiadas hagan buen uso de los productos entregados, la iniciativa incluirá un componente pedagógico, dirigido a estudiantes, profesores, directivos, administrativos y padres de familia, con el interés principal de brindar información sobre el ciclo menstrual, los derechos menstruales y el cuidado menstrual.Adicionalmente, el proyecto implementará campañas de concientización y sensibilización a la ciudadanía en general, con el fin de eliminar mitos y estigmas sobre el ciclo menstrual, y también educar sobre los derechos menstruales.
Se trata de la principal conclusión de un estudio que publica la revista Science Advances, para el que se han utilizado datos de los ciclos menstruales de más de 3.000 mujeres europeas y norteamericanas. Los investigadores observaron una débil correlación entre los ciclos ováricos y lunares.Algunos grupos creen fervientemente que el ciclo menstrual sigue las fases lunares y otros, como los biólogos, sostienen que es mucho más probable que el proceso esté ligado a los ritmos circadianos -el reloj biológico que controla los procesos fisiológicos en el cuerpo en ciclos de 24 horas-, explica un resumen de la revista.En este trabajo, el equipo liderado por René Ecochard, de la Universidad de Lyon, refuerza esta última teoría realizando análisis estadísticos epidemiológicos sobre un conjunto de datos antiguos de 26.912 ciclos de 2.303 mujeres europeas y una base de datos más reciente de 4.786 ciclos de 721 mujeres norteamericanas. Utilizando estos dos grandes conjuntos de datos, "encontramos pruebas de que es más probable que las características rítmicas del ciclo menstrual se expliquen por un mecanismo impulsor endógeno similar a un reloj que por cualquier otro proceso interno o externo", resumen los autores en su artículo.Este serviría para corregir las discrepancias en la duración del ciclo menstrual, es decir, la alternancia entre ciclos más cortos con otros inusualmente más largos.Así, los investigadores descubrieron la presencia de 'saltos de fase', cuando el reloj interno no consigue mantenerse sincronizado en un punto y se 'autocorrige' saltando bruscamente al siguiente estado estable. Los saltos de fase son indicios de un fenómeno circadiano llamado coordinación relativa. "Del mismo modo que se necesitan unos días para compensar un desajuste entre la fase circadiana [interna] y la alternancia día-noche después de un viaje intercontinental, pueden ser necesarios varios ciclos para compensar una discrepancia entre el ciclo ovulatorio y un cronómetro interno después de que se hayan producido uno o varios ciclos de duración inusual", explican los autores.El equipo también investigó si el ciclo lunar de 29,5 días tenía alguna relación con los ciclos ováricos y halló una correlación muy leve que variaba según los continentes. Se observó que las mujeres europeas comenzaban a menstruar de manera más frecuente en luna creciente, mientras que las norteamericanas lo hacían en luna llena, una circunstancia que estaría más relacionada con el estilo de vida que con la luna."Dada la necesidad de encontrar tratamientos eficaces de la subfertilidad en la mujer, nuestros resultados deberían confirmarse en poblaciones más amplias y deberían evaluarse enfoques cronobiológicos para optimizar el ciclo ovulatorio", indican los autores.Para la investigadora Cristina Carrasco, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Extremadura, las conclusiones del estudio resultan muy interesantes y suponen un punto de inflexión en el avance del conocimiento sobre la fisiología reproductiva femenina.Entre las limitaciones, que los propios autores destacan, se encuentra la diferencia en las épocas en las que se recogieron las bases de datos (entre 1960-1990 para la europea, frente a los 2000 en la norteamericana), añade la investigadora, que no participa en el estudio.Esto podría influir en los resultados obtenidos, añade Carrasco a Science Media Centre, una plataforma de recursos periodísticos científicos.
Luego de que el pasado 28 de marzo los congresistas del Pacto Histórico Pedro Suárez Vacca y María Fernanda Carrascal radicaran el proyecto de ley que busca crear la licencia laboral remunerada o licencia menstrual, la iniciativa ya empieza a generar reacciones desde diversos sectores.Uno de ellos es el económico, que en Antioquia, a través de Fenalco, rechazó la iniciativa asegurando que poco aporta al cierre de la brecha en empleabilidad entre hombres y mujeres.María José Bernal, directora ejecutiva de la entidad, manifestó que la medida desincentiva al empresariado para la contratación femenina e incluso su descarte previo al inicio de procesos de selección."No necesitamos estabilidad laboral reforzada, no necesitamos licencias menstruales. Necesitamos mirar casos específicos, pero no una ley general que lo que hace es generar incentivos negativos a la contratación de mujeres", señaló Bernal.Los impulsores del proyecto de ley buscan que, una vez al mes, las mujeres y otras personas menstruantes no asistan a sus labores con el fin de atender y recuperarse de los efectos que acompañan el sangrado menstrual, y que reducen su autonomía para el desempeño de sus funciones.De acuerdo a los promotores, entre mayo de 2021 y mayo de 2022 cerca del 8 % de las mujeres debieron interrumpir sus actividades cotidianas por los efectos de la menstruación.Escuche el podcast Emprender, fallar y triunfar:
Antes de la aparición de los productos de higiene menstrual, las mujeres adoptaron diferentes prácticas para vivir de la mejor manera posible sus reglas a lo largo de los siglos, como tomar medicamentos para garantizar la regularidad o usar paños para retener la sangre.El próximo 28 de mayo se celebra el Día de la Higiene Menstrual y este es un resumen de los métodos usados durante siglos por las mujeres durante sus reglas.Remedios para una menstruación regular Desde la Antigüedad, la medicina se interesa por la menstruación, pero no logra comprenderla durante siglos."Se pensaba que las mujeres debían evacuar regularmente esta sangre para estar en buena salud", indica Nahema Hanafi, profesora de Historia en la universidad francesa de Angers.Esta visión domina el ámbito médico y la sociedad a lo largo de los siglos.En la época moderna (siglos XV-XVIII), para favorecer la evacuación regular de esta sangre, "las mujeres se aplican remedios caseros, realizan lavados, ejercicios físicos o ingieren plantas que regulan el ciclo menstrual", describe la historiadora.Desde la Antigüedad surge también una visión de desprecio de las menstruaciones, considerando esta sangre como impura.Un tema no siempre tabú Las mujeres de una misma familia o comunidad se informaban principalmente entre ellas. Pero también discutían sobre sus períodos con los hombres."En la época medieval y moderna, se habla de las menstruaciones porque se trata de un tema crucial de salud que interesa a toda la familia", explica Hanafi.Las mujeres de la nobleza mencionan sus reglas en su correspondencia con su tío o su padre.Las menstruaciones se convierten en tabú en el siglo XIX, con la aparición de la burguesía, que erige nuevos modelos sociales, según la historiadora.El pudor se impone como virtud femenina. "Se aleja todo lo relativo al cuerpo y a la sexualidad de la mirada de las mujeres, lo que les impedirá estar informadas sobre estos temas y evocarlos", precisa Nahema Hanafi.Paños o dejar fluirA lo largo de la historia, las mujeres han llevado principalmente faldas o vestidos.Las campesinas dejaban que la sangre fluyera sobre el cuerpo. Las mujeres de la burguesía o de la nobleza usaban paños para recogerlo, mantenidos con nudos o ganchos, en ausencia de ropa interior.Cabe señalar que las mujeres tenían menos ciclos menstruales que en la actualidad debido a los embarazos más numerosos.La edad promedio de la aparición de las primeras reglas también era más tardía: cerca de 16 años hacia 1750, frente a los 12,6 años actuales, según el Instituto Nacional de Estudios Demográficos.Éxito de las protecciones higiénicas Los primeros productos menstruales aparecieron a finales del siglo XIX, especialmente en Estados Unidos y el Reino Unido.Estos antepasados de las protecciones higiénicas eran "ásperos, anchos y difíciles de llevar porque se sujetaban con una cintura elástica y ataduras", describe Sharra Vostral, profesora de historia en la universidad estadounidense de Purdue.Las protecciones higiénicas se difundieron a partir de los años 1920, gracias a los anuncios en un contexto de desarrollo del consumo.Los tampones llegaron a partir de los años 1930.Se consideraba a las mujeres frágiles durante la menstruación y "estos productos les permitían actuar como si no tuvieran períodos, superar los prejuicios asociados" y proseguir con sus actividades profesionales o de ocio, subraya Vostral.La copa menstrual también apareció en la década de 1930, pero se extendió más ampliamente recién en la década del 2000.No más sangre azul Desde hace algunos años, las mujeres disponen de nuevas opciones para sus días menstruales, como protecciones lavables y ropa interior especial."Nos llevó mucho tiempo ofrecer productos a la altura de la necesidad y la comodidad de las mujeres", explica Elise Thiébaut, autora de "Esta es mi sangre" (The Discovery, 2017).Paralelamente, el tema de las menstruaciones emerge en el debate público.En las redes sociales, cuentas informan a las jóvenes y asociaciones luchan contra la precariedad menstrual.Los anuncios representan ahora la sangre menstrual con líquido rojo en lugar de azul."La palabra se ha liberado de una manera excepcional en los últimos cinco años, pero solo en ciertas generaciones, ámbitos y países", matiza Thiébaut.Escuche el podcast de 'Bien Puesto'
La caja de compensación Comfama lanzó el primer subsidio menstrual en Colombia, una iniciativa que nace junto a un programa pedagógico de conversaciones y encuentros que buscan, según su propósito, que "todas las niñas, adolescentes, mujeres y personas menstruantes vivan dignamente su ciclo menstrual".Este programa busca activar los diálogos, cuidar el cuerpo, superar la pobreza menstrual y aportar culturalmente al cuidado del medio ambiente y la salud física y mental de las mujeres menstruantes. De acuerdo con Juana Botero, directora del Grupo de Dirección y Educación Menstrual de Comfama, esta idea nació de una conversación entre mujeres de la caja de compensación. En un principio solo tenían planeado tener descuentos con las empresas de productos menstruales, pero prefirieron ir más allá, convirtiéndose en el primer subsidio menstrual de Colombia.Este subsidio menstrual no solo busca que elementos como la copa menstrual, las toallas de tela y los calzones absorbentes se vuelven asequibles para todas y todos, sino que también exista una cobertura pedagógica en los colegios en el Valle de Aburrá Oriente, Suroeste, Occidente, Norte, Magdalena Medio, Bajo Cauca y Nordeste.¿Cuándo y cómo entrará en vigencia?De acuerdo con la caja de compensación, esta iniciativa será otorgado a niñas y adolescentes entre los 12 y 18 años, de acuerdo con las categorías salariales de los afiliados y se entregará a manera de bono desde noviembre 1 de 2021 hasta abril 14 del 2022.El bono aplica para comprar productos de gestión menstrual como copas, calzones absorbentes y toallas reutilizables. Este se otorgará a través de La Tiquetera y se redime a través del canal de comunicación del aliado seleccionado.¿Dónde se puede adquirir el bono?Para acceder, es necesario registrarse en la página oficial: www.comfama.com¿Cuál es el valor del subsidio?Comfama subsidiará el siguiente valor en los productos: Copa menstrual para afiliados TA y TB, subsidio hasta del 76%Calzones absorbentes para afiliados TA y TB, subsidio hasta del 79%Toallas reutilizables para afiliados TA y TB, subsidio hasta el del 79%Según datos reseñados por la caja de compensación, una de cada dos niñas de poblaciones vulnerables no tienen acceso a alternativas higiénicas y más del 30 % de los y las adolescentes sienten incomodidad y vergüenza al hablar sobre la menstruación.Además que para agosto de este año, 683 mil niñas y adolescentes no pudieron acceder a elementos higiénicos para gestionar su menstruación por problemas económicos.Escuche la entrevista completa en Mañanas BLU:
El primer subsidio menstrual en Colombia ya es una realidad, después de que la Caja de Compensación Familiar de Antioquia (Comfama) lanzara esta iniciativa, que busca que todas las niñas, adolescentes y mujeres vivan dignamente su ciclo menstrual.Menstruar tiene implicaciones sociales, económicas y culturales que muchas veces suelen ser invisibles por ser, aún hoy en día, considerado un tabú.La encuesta Pulso Social del Dane arrojó que el 15% de las mujeres tienen dificultades económicas para atender su menstruación, por lo que han tenido que utilizar papel periódico, ropa vieja o incluso trapos.Por esto, la caja de compensación lanzó el primer subsidio menstrual para abrir una conversación alrededor de una menstruación digna mientras mujeres, niñas y adolescentes se encuentran en medio de este proceso.Por medio de esta iniciativa, desde el 1 de noviembre, mujeres, niñas y jóvenes podrán acceder a estos subsidios para poder comprar copas menstruales, calzones absorbentes y toallas reutilizables.¿De cuánto es el subsidio menstrual?Según la categoría de afiliación y el producto de gestión menstrual, Comfama subsidiará el siguiente valor en los productos:Copa menstrual: para afiliados TA y TB, subsidio hasta del 76%.Calzones absorbentes: para afiliados TA y TB, subsidio hasta del 79%.Toallas reutilizables: para afiliados TA y TB, subsidio hasta del 79%.Para afiliados TC, el beneficio será el descuento adicional otorgado por el aliado, que va del 10 % hasta el 35 % en los elementos de gestión menstrual.La caja de compensación también afirmó que el bono aplica únicamente para compra de productos de gestión menstrual (copas, calzones absorbentes y toallas reutilizables).Las personas afiliadas que generen bono para copa menstrual deberán esperar 7 años para acceder nuevamente al subsidio; las que lo generen para calzones absorbentes o toallas reutilizables, tres meses.