Aida Merlano en Venezuela, un dolor de cabeza para el Gobierno: opinión de Ricardo Ospina

Aida Merlano logró habilidosamente escabullirse de las autoridades colombianas durante casi cuatro meses, tras haberse fugado de una forma increíble, lanzándose por una soga desde el segundo piso de un consultorio odontológico en el norte de Bogotá.

Cada detalle que se conoce hace más interesante el episodio y deja más preguntas sobre la efectividad de las autoridades colombianas que no lograron su recaptura: luego de su escape, Merlano recorrió medio país, pasando por Cali y Pasto y luego cruzando hacia Ecuador, de cuya presencia en ese lugar hay fotos y videos.

Sin embargo, una persona que está intentando ser individualizada por las autoridades, le informó que la policía le estaba ”pisando los talones” y por eso junto a su inseparable compañero de viaje, Yeico Manuel Vargas, la excongresista tomó una muy arriesgada decisión y emprendieron una nueva travesía hacia Venezuela, cruzando todo el país y arribando a territorio venezolano por una de las trochas en Paraguachón, en La Guajira.

Una vez instalados en Maracaibo, según personas allegadas a la investigación, Merlano comenzó a recibir dinero para su manutención, al parecer suministrado por su familia, que Yeico Vargas recibía viajando a Colombia al menos en tres oportunidades y llevando gruesas cantidades de dólares en latas de conserva.

Más allá de la increíble novela sobre la fuga y posterior recaptura de Aida Merlano, la realidad política y diplomática en torno a su presencia en Venezuela pareciera ser cada día más complicada para el presidente Iván Duque, quien terminó preso de una estrategia que no ha sido efectiva para remover a Nicolás Maduro del cargo y que por ahora le está pasando una costosa factura.

Vea aquí: Ya está hablando de corrupción en Colombia: Maduro sobre Aida Merlano

Si Maduro no extradita a Merlano, se va a convertir en un gran dolor de cabeza para un sector de la clase política y empresarial del país, pues seguramente la veremos por la televisión venezolana contando verdades, verdades a medias y mentiras completas sobre la corrupción en Colombia, influenciada por los intereses de Maduro y compañía.

Pero sería aún más grave para el presidente Duque que Maduro decidiera deportar a Aida Merlano sin mayor aspaviento, poniéndola en un puente fronterizo para que la recibieran las autoridades colombianas. Una cosa es la diplomacia y otra es la política partidista.

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