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Hoy se dará la reunión entre el presidente Gustavo Petro y Armando Benedetti, quien todavía es embajador de Colombia en Venezuela, que tendrá como “plato fuerte”, las explicaciones que tendrá que dar Benedetti frente a las sospechas que tiene la Casa de Nariño de que él sería el responsable de filtrar el escándalo por el sometimiento al polígrafo de la Presidencia, de Marelbys Meza, la exniñera de Laura Sarabia, jefe de gabinete y “mano derecha” del presidente Petro.
El presidente tiene que enfrentar una profunda crisis en su círculo más cercano, por el enfrentamiento entre Sarabia y Benedetti, que hasta hace un año eran aliados y amigos, pero que hoy pareciera que por cuenta del episodio, tienen diferencias irreconciliables.
El jefe de Estado tendrá que definir el futuro de Sarabia y de Benedetti, quienes han quedado muy mal parados tras este episodio, que seguramente tendrán que dar explicaciones ante la justicia, en diferentes categorías, como testigos y eventualmente bajo interrogatorio.
No es una decisión fácil la que tendrá que tomar el presidente, porque los dos involucrados en el escándalo son muy cercanos a él y tendrá que evaluar con sumo cuidado, las implicaciones que tendría la eventual salida del gobierno de alguno o de los dos implicados en esta “guerra por el poder”.
En la otra arista, que es la que tiene que ver con la justicia que está operando en este caso, la Fiscalía recaudó suficiente material en la inspección que adelantó el CTI en la Casa de Nariño, para que en los próximos días se anuncien llamados a interrogatorio y eventualmente a imputación de cargos por el posible uso indebido del polígrafo de la Presidencia.
Vea aquí la opinión de Ricardo Ospina:
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