Gozo descubrir su textura, sentir su olor y descifrar lo que me quiere comunicar, por eso, aunque cada vez más se habla de los libros digitales prefiero seguir cargando con los libros físicos y compartir con ellos momentos maravillosos de intimidad. Ya que una de las actividades que me genera placer es leer. Leer de todo. Tratando de hacerlo críticamente. Sabiendo que necesitamos tomar una posición frente al texto, con reverencia, pero sin fanatismos, con delicadeza, pero con intensidad, con benevolencia, pero dispuestos a proponerle todas las dudas posibles y si es necesario, posicionarnos en su contra.
Me asusta tener las posiciones de mis antiguos profesores que se espantaban ante algunos inventos que, en nombre del confort, cercenaban algunas habilidades humanas y remplazaban el ejercicio cerebral por uno de digitación. Esto lo digo porque ayer encontraba una noticia que decía que “Open AI, empresa creadora de ChatGPT , lanzó un motor de inteligencia artificial que permite resumir textos de hasta 300 páginas en cuestión de segundos”.
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¿Se imaginan? Estudiantes pidiéndole a la inteligencia artificial un resumen del Quijote, sin acompañar al hidalgo caballero en sus andanzas página por página, o pedirle que sintetice rápidamente Cien años de soledad perdiendo el placer de ir construyendo, con su propio tiempo y dedicación, la genealogía de los Aurelianos. Seguro alguien podrá defender este tipo de acción desde la racionalización de recursos como el tiempo y el poder hacer otras cosas, pero a mí me sigue pareciendo que se trata de perder una gran actividad de placer.
Leer tiene que ser algo agradable y muy personal. Recuerdo emocionado el día que pude leer por mí mismo y no contentarme con la lectura apasionada y rítmica que mi abuela Cleotilde hacía de los cuentos, porque estaba seguro de que ella inventaba cosas mientras me los leía.
La única posibilidad de salir de ese fanatismo maniqueo que vive dividiendo entre buenos y malos, entre santos y pecadores, entre sabios e ignorantes es la lectura, siempre crítica y mesurada.
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