Alcalde de Valdivia sobre situación crítica tras ataque de burro con explosivos: "Conflicto escaló"
El alcalde de Valdivia alerta sobre la escalada del conflicto armado tras ataque con explosivos; denuncia abandono estatal y disputa por economías ilícitas.
La violencia en el norte del departamento de Antioquia ha alcanzado niveles alarmantes. El reciente atentado con un burro cargado de explosivos, atribuido a las alianzas criminales del ELN y disidencias de las Farc, marcó un nuevo episodio en una espiral de confrontaciones que, según el alcalde Carlos Molina, “es consecuencia directa del abandono histórico del Estado”.
"Lo que hemos visto es precisamente que el conflicto se ha venido escalando", afirmó el mandatario, al señalar que los grupos armados han comenzado a utilizar animales para ataques, como en el caso del burro bomba, que dejó un subteniente muerto y dos soldados heridos en la vereda La Alemania, en límites con Tarazá.
En entrevista con El Radar, el alcalde detalló cómo la región ha sido históricamente escenario de disputas por el control del narcotráfico. Hoy, el Clan del Golfo se ha convertido en un nuevo actor que intenta arrebatarle al ELN y a las disidencias de las FARC el dominio de cultivos, laboratorios y rutas del narcotráfico.
"La actividad principal que estos grupos se están disputando es la comercialización de la pasta base de coca. Es un negocio que monopolizan y que les genera grandes réditos económicos", explicó Molina.
Hoja de coca
Foto: AFP
Valdivia ocupa el primer lugar en áreas sembradas de cultivos ilícitos en Antioquia, lo cual ha convertido al municipio en un punto estratégico para los grupos armados ilegales.
A pesar de los crecientes riesgos, la respuesta institucional ha sido insuficiente. El alcalde denunció la precariedad de los recursos y la falta de presencia del Estado en la zona rural, especialmente en el corregimiento de Raudal y sus veredas.
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"Hoy somos resultado de la desidia estatal. Tenemos un sistema de transporte artesanal para cruzar el río Cauca y un presupuesto anual de apenas 30.000 millones de pesos. ¿Cómo atender así una crisis de esta magnitud?", cuestionó.
El déficit de pie de fuerza también es crítico. Durante el ataque a la estación de policía de Puerto Valdivia, solo había tres uniformados presentes.
"Es insuficiente para la población que tenemos. O no hay suficientes militares o la estrategia de seguridad está mal diseñada", sentenció Molina.
Eplosivo vía Medlelín-Costa Caribe.
Suministrada
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La situación actual, que ha generado desplazamientos, confinamientos y daños en infraestructura, requiere, según el alcalde, más que una respuesta militar. Molina hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional y al departamental para invertir en proyectos productivos y sociales que reemplacen las economías ilegales.
“Venimos apostando al cacao y gestionando un puente para mejorar la movilidad. Pero el presupuesto no alcanza. Necesitamos acompañamiento real”, subrayó.
Pese a que el gobernador Andrés Julián Rendón ha anunciado que la Tasa de Seguridad fortalecerá la presencia de la Fuerza Pública, Molina confirmó que aún no se han ejecutado esos recursos en su municipio.
La situación es aún más preocupante si se considera que, ante ataques como la quema de vehículos, el cuerpo de bomberos voluntarios no puede intervenir por órdenes nacionales que prohíben su actuación en escenarios de orden público alterado.
“Si la conflagración se hubiera extendido a un comercio, no teníamos cómo mitigarla. El Ejército debería estar preparado para asistir en estas situaciones también”, indicó el alcalde.