
Lo que comenzó como el cobro de una deuda por 700.000 pesos hace un año por parte de un comerciante de Medellín a Ana María Ospina Ramírez, terminó como un caso de hurto y secuestro que es investigado por las autoridades.
Según reveló la Fiscalía General de la Nación, la mujer manifestó no tener el dinero, pero luego de una discusión le pidió a la víctima que recogiera la plata en su vivienda ubicada en el barrio Laureles.
Cuando el hombre ingresó al inmueble fue atendido por la mujer, y posteriormente abordado por varios hombres que lo habrían intimidado y golpeado en múltiples partes del cuerpo. Entre los involucrados estaba el hijo de la mujer, identificado como Juan Manuel Urrego Ramírez.
En medio de los hechos, al comerciante le exigieron la suma de 40 millones a cambio de su libertad. Al parecer, durante su retención de dos horas, la víctima fue obligada a transferir dinero de su cuenta.

Por los hechos, fueron capturados la madre y su hijo, además de Jairo Andrés Londoño Blanco y Nelson Yadid Velásquez Montoya en una diligencia de registro y allanamiento por servidores del Gaula de la Policía Nacional. Para el momento de la captura, Velásquez Montoya se encontraba en detención domiciliaria por una investigación en su contra por otros hechos.
Un fiscal los imputó de acuerdo con sus responsabilidades individuales, por los delitos de secuestro extorsivo agravado, hurto calificado y agravado; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
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Así las cosas, un juez de control de garantías le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a los tres hombres, mientras que a la mujer en su lugar de residencia.