El homicidio de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, un joven de 20 años y estudiante de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de los Andes, ocurrido en la madrugada del 31 de octubre en la localidad de Chapinero (Bogotá), sigue revelando detalles clave sobre lo sucedido aquella noche y los presuntos responsables.
De acuerdo con el relato del abogado representante de la familia, el ataque que le causó la muerte, producto de un trauma craneoencefálico severo, se originó tras un primer encuentro en un Oxxo del sector, donde Moreno y un amigo fueron interceptados por Juan Carlos Suárez Ortiz, quien tenía el rostro pintado de rojo, y un segundo agresor aún prófugo.
Tras la intimidación, los jóvenes decidieron retirarse. Sin embargo, al no encontrar transporte en una zona descrita como “muy sola y peligrosa”, fueron perseguidos y brutalmente atacados a golpes minutos después.
La Fiscalía General de la Nación ha avanzado en la reconstrucción de los hechos y en la identificación de todos los implicados, con base en las grabaciones de seguridad del establecimiento Before Club, entregadas a las autoridades. En ellas se evidencia que los agresores salieron del lugar entre 10 y 15 minutos después que la víctima.
Hasta el momento, Juan Carlos Suárez Ortiz fue capturado y puesto a disposición de las autoridades por su presunta participación en el crimen. Además, dos mujeres que acompañaban a los agresores, Kleidymar Fernández Sulbarán y Bertha Parra Torres, también fueron detenidas y, aunque recuperaron su libertad, permanecen vinculadas al proceso.
Segundo agresor de Jaime Esteban Moreno
Por su parte, las autoridades continúan en la búsqueda del segundo implicado, Ricardo González, identificado como el joven que vestía camisa y orejas negras. Según información de la Fiscalía a Noticias Caracol, González sería oriundo de Cartagena y trabajaba en el sector de San Victorino como vendedor informal.
Fuentes de la investigación confirmaron a Caracol que ya se cuenta con el registro de cámaras de seguridad en un perímetro de al menos 150 metros alrededor de la zona, material que será utilizado como prueba clave para establecer el paradero de Ricardo González y esclarecer completamente el caso.