La Guajira, uno de los departamentos más complejos y vulnerables de Colombia, sigue enfrentando graves dificultades a tres años del Gobierno de Gustavo Petro, según el gobernador Jairo Aguilar, quien en entrevista con Sala de Prensa denunció la falta de avances concretos y el incumplimiento de múltiples promesas oficiales.
“El saldo sigue rojo”, afirmó Aguilar con relación a la relación entre el Gobierno nacional y La Guajira. Pese a que desde el inicio de la administración Petro se anunciaron grandes proyectos en infraestructura vial, aeroportuaria y en gestión de riesgos, “todavía seguimos esperando”, lamentó el gobernador.
Uno de los principales golpes para la región ha sido la crisis en la Unidad de Gestión de Riesgos, responsable de llevar ayuda urgente a la población afectada por sequías y otras emergencias. Aguilar calificó la situación como “una tragedia” y denunció que “todo el año estamos en emergencia y no tenemos una entidad que funcione de la mejor manera”.
De los 80 carrotanques prometidos para abastecer de agua al casco urbano, solo han entregado seis. “El problema partió de que todo se quedó en una gran tragedia y nunca más se abordaron los problemas de raíz”, expresó.
La vía Uribia-Puerto Bolívar, vital para salvar vidas y mejorar la conectividad, es otro caso de promesas incumplidas. “Es injusto para un pueblo esperar hasta el 2030 para terminar 65 kilómetros, cuando solo se han construido 23”, señaló. Sobre el hospital de campaña instalado en Alta Guajira, dijo que “no atiende casos complejos ni a mujeres embarazadas, tiene muchos problemas en su operación y está intervenido por el Gobierno”.
Aguilar destacó el aporte crucial de la cooperación internacional y el sector privado, que han permitido la entrega de 400 toneladas de ayuda humanitaria y la instalación de sistemas de agua potable en más de 84 comunidades, pero enfatizó que “la ayuda del Gobierno todavía no la vemos”.
En seguridad, la situación se ha deteriorado. El gobernador alertó sobre recientes ataques, como la voladura de un peaje, un hecho sin precedentes en más de dos décadas, y la falta de presencia estatal para enfrentar grupos criminales. “Estamos esperando al ministro de Defensa para un Consejo de Seguridad, pero no hay articulación real para atender los problemas de frontera”.
Sobre la migración venezolana, Aguilar explicó que La Guajira, con alrededor de 158.000 migrantes, “tiene hospitales quebrados” y “la crisis ya no puede agudizarse más”. Reclamó que no se han cumplido los pagos que el Gobierno debe a los servicios de salud, y pidió un apoyo presupuestal urgente para poder atender la población.
Finalmente, el gobernador confirmó que hace casi un año no habla con el presidente Petro. “La última vez fue en la visita para la construcción del Hospital de Nazaret”, recordó, agregando que “los mensajes quedaron en buenas intenciones, pero no se han visto reflejadas ni en acciones ni en presupuesto”.
Pese a todo, Aguilar mantiene el ánimo y la esperanza: “La Guajira es valiente, fuerte y digna, y la va a salvar la solidaridad y el compromiso de todos”.