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En tragedia terminó un aparente juego de niños en el municipio de Baranoa, Atlántico, donde uno de ellos murió tras recibir una pedrada en la cabeza, que le produjo coágulos en el cerebro.
El caso ocurrió en el barrio Santa Elena del mencionado municipio, donde Cristian David Manrique, de 13 años, se encontraba jugando en la puerta de su casa junto a varios amigos de su edad.
El papá de Cristian contó a la Policía que los niños estaban lanzándose piedras como parte del juego, hasta que su hijo fue impactado en la cabeza por otro menor. De inmediato, el niño fue llevado a la Clínica Reina Catalina de Baranoa, pero allí se produjo su deceso dos días después.
Conocido el caso, las autoridades empezaron las respectivas investigaciones para determinar la ruta a seguir con el niño que lanzó la piedra, teniendo en cuenta que es un menor de edad y no hubo intención de cometer un asesinato.
"Estamos trabajando con nuestras unidades de Infancia y Adolescencia con el fin de lógicamente presentarlo ante la autoridad competente, pero como lo que realmente fue: un caso de homicidio preterintencional, pues el niño no tuvo en ningún momento la intención de llegar hasta ese fin", explicó el coronel Jhon Jairo Urrea, comandante de la Policía del Atlántico.
"Lamentablemente es una tragedia que se causa en un entorno familiar, un entorno entre vecinos cercanos, porque los niños eran amigos hace bastante tiempo", agregó el oficial.
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El oficial explicó que, mientras avanzan las investigaciones, el niño agresor sigue en casa con sus padres, quienes además han estado acompañando permanentemente a la familia de la víctima y brindando apoyo en medio de lo sucedido.
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