Los 11 asesinatos ocurridos en el área metropolitana de Barranquilla en apenas 24 horas de nuevo ponen en evidencia la guerra que están librando las organizaciones criminales de Los Costeños y Los Pepes en esta zona.
Sin embargo, para expertos en seguridad como el politólogo Luis Trejos, esta vez la guerra a sangre y fuego parece ir más allá de la vieja disputa por el control del territorio, pues ahora dichas bandas buscarían presionar la instalación de una mesa de diálogo, sobre la cual han venido insistiendo en los últimos meses con reiterados llamados al Gobierno nacional.
"Estos homicidios no solo se están dando por la gestión o disputa de rentas ilegales, sino que también podrían estar presionando al Gobierno nacional para que tome la decisión de iniciar el diálogo rápidamente, teniendo en cuenta que parte de las condiciones que tienen estas mesas es que los grupos suscriban una tregua antes de iniciar las conversaciones", manifestó Trejos.
Tres de las personas recientemente asesinadas a tiros en Barranquilla han sido relacionadas con disputas que también mantienen los cobra diarios en esta ciudad.
Otro de los asesinatos ocurrió en el barrio El Bosque, donde fue asesinado de un disparo en la cabeza Jhony De La Hoz Aguirre, de 66 años, quien, al percatarse que hombres armados habían llegado hasta su casa para asesinar a uno de sus hijos, corrió y forcejeó con el pistolero, siendo impactado por un disparo.
Este hecho desató la furia de la comunidad que persiguió a los señalados sicarios y los tumbaron de la moto. El parrillero identificado como Juan José Vera Mejía, de 26 años, fue golpeado por la turba hasta quedar muerto en el sitio, mientras que su cómplice logró huir.