Revelan detalles de las víctimas del triple homicidio en Mesitas: registraban antecedentes
Las primeras versiones señalan que el ataque pudo deberse a un incumplimiento en acuerdos criminales o a disputas en la repartición de bienes ilegales.
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El ataque que tuvo lugar el pasado martes 19 de agosto en la vereda San Ramón, en Mesitas del Colegio, Cundinamarca, destapó no solamente la crudeza que se vive entre las bandas delincuenciales que operan en la región, sino que además dejó ver los oscuros secretos que rodeaban a las víctimas.
El hecho, que ocurrió en la finca Villa Claudia, dejó el saldo de tres integrantes de una misma familia muertos y a otras tres personas gravemente heridas.
De acuerdo con lo señalado por la Gobernación de Cundinamarca y por la misma Policía, cuatro de los seis afectados tenían un historial criminal. Entre los presuntos antecedentes se registraron delitos como homicidio, tráfico de estupefacientes, porte ilegal de armas, hurto y concierto para delinquir.
Justamente, el caso que más alertó a las autoridades fue el de Joanny Chivatá, quien además era el propietario de la finca Villa Claudia y una de las víctimas mortales del ataque. Chivatá fue capturado en el pasado tras pertenecer a una banda criminal conocida como Los Avatars, quienes se dedicaban a ingresar a viviendas y fincas simulando ser policías para cometer robos.
Con esta información se fortalece la hipótesis de las autoridades de que se trató de un ajuste de cuentas entre bandas.
Según lo revelado por el gobernador Jorge Emilio Rey, los investigadores de la Policía, Fiscalía, Gaula y SIPOL señalan que el ataque fue una retaliación tras disputas entre organizaciones delictivas que operan en Bogotá.
De esa manera, se descarta la relación que tendrían con grupos armados organizados o con las disidencias. Además, se cree que hay estructuras dedicadas a actividades ilícitas en la capital del país. Las primeras versiones señalan que el ataque pudo deberse a un incumplimiento en acuerdos criminales o a disputas en la repartición de bienes ilegales.
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El ataque, perpetrado por cuatro hombres que llegaron en moto preguntando por una caja fuerte antes de disparar, ha generado temor entre la comunidad de San Ramón.
Y es que, según lo revelado por los vecinos, la familia de la finca Villa Claudia llevaba apenas tres años en la zona, manteniendo un perfil bajo. Sin embargo, la investigación reveló que había detalles oscuros en algunos integrantes de la familia, lo que terminó arrastrando al resto del grupo.
Autoridades locales, como el alcalde Diego López, han insistido en que se trató de un hecho puntual, planeado desde Bogotá, pero que no representa un riesgo directo para los campesinos y residentes de la región.