La violencia armada continúa y recrudece la crisis humanitaria en el sur de Bolívar. Según la Procuraduría y organismos humanitarios, más de 7.300 personas de 32 veredas del municipio de Montecristo permanecen confinadas desde finales de julio a causa de los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo.
Las comunidades afectadas pertenecen a los corregimientos Alto Caribona, Paraíso, Villa Esperanza y Campo Alegre. En esta zona, los habitantes han visto limitada su movilidad, así como el acceso a alimentos, combustible, educación y servicios de salud.
El pasado 24 de julio, el ELN decretó un paro armado que se extendió también a Santa Rosa del Sur. Aunque esta medida terminó el 7 de agosto, las restricciones a la población siguen vigentes. Desde entonces, se han reportado al menos cinco ataques a lugares no militares, incluido un centro de salud, además de un accidente por mina antipersonal en el sector Las Brisas, que dejó tres personas heridas y una fallecida.
En una alerta humanitaria, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios advirtió que estas condiciones de inseguridad, sumadas al uso de artefactos explosivos, han dificultado el ingreso de asistencia humanitaria y la elaboración de censos completos que permitan dimensionar el impacto real de la emergencia.
En lo corrido de 2025, se han registrado 19 emergencias humanitarias por “confinamientos y desplazamientos masivos” en el sur de Bolívar, afectando a más de 17.000 personas.
Entre las principales necesidades de la población confinada que registra la alerta se encuentran la seguridad alimentaria y nutrición, la atención en salud física y mental, el acceso a agua potable y saneamiento, y el acompañamiento educativo para niños y adolescentes, quienes han visto interrumpido su ciclo escolar y se exponen a riesgos de reclutamiento forzado.
En cuanto a la respuesta institucional, la Alcaldía local advirtió el agotamiento de recursos para atender la emergencia, debido a la magnitud y recurrencia de los hechos violentos, pese a que la primera semana de agosto distribuyó 220 kits de alimentos.
En el mismo sentido, el 31 de julio y el 14 de agosto se realizaron Comités Territoriales de Justicia Transicional, donde se advirtió sobre la gravedad del confinamiento y se activó el censo poblacional. La Unidad para las Víctimas anunció la entrega de kits de alimentos e higiene desde el 15 de septiembre.