La situación en varias zonas rurales de Santander, Colombia, es crítica. Un desprendimiento de tierra de gran magnitud mantiene en emergencia a decenas de familias campesinas que han visto cómo sus cultivos, viviendas y animales han quedado sepultados o aislados por la inestabilidad del terreno.
La falla geológica, que continúa activa, afecta principalmente a comunidades del Carare, donde los habitantes intentan, con herramientas improvisadas, despejar los caminos bloqueados por árboles y escombros. “Estamos abriendo camino, arreglando la trocha”, relataron los agricultores en videos que han sido difundidos, mientras se abren paso entre la vegetación destruida.
Las pérdidas son cuantiosas. Muchos campesinos aseguran que gran parte de su ganado desapareció tras los movimientos de tierra que arrasaron los pastizales. “Esa es la problemática más urgente que tenemos. Hay mucho ganado perdido y toca ir a buscarlo a pie”, manifestó Marco Fidel González, uno de los afectados.
Inicialmente, las autoridades reportaron la evacuación de 29 familias, pero la cifra sigue aumentando a medida que la emergencia se extiende, y ya son cerca de cien. Los habitantes denuncian que no han podido salir de sus veredas por el riesgo que representa el terreno inestable y por el colapso de las vías terciarias.
Los pobladores hacen un llamado urgente al Gobierno Nacional, pues en esta región hay ganaderos, lecheros, cacaoteros, porcicultores y avicultores.
Los líderes sociales de la región aseguran que esta tragedia evidencia la falta de inversión en infraestructura vial. Señalan que, en los proyectos priorizados dentro del denominado Consejo Nacional de Política Económica y Social, Conpes Vías para la Paz, no fue incluido ni un solo kilómetro en beneficio de Santander. “Somos la cuarta economía del país, pero la número 18 en atraso vial”, cuestionó Erwing Jiménez, líder social.
Mientras tanto, las autoridades departamentales y los organismos de socorro mantienen la alerta y piden precaución a los habitantes. La falla geológica continúa activa y el riesgo de nuevos desprendimientos persiste.
Las comunidades de la Transversal del Carare y de al menos cinco municipios afectados insisten en que, durante años, han solicitado mantenimiento y obras de contención en este corredor vial sin recibir respuesta efectiva.