Durante los próximos tres meses permanecerá cerrada la Transversal del Carare, una de las vías más importantes del sur de Santander, luego de que una remoción en masa destruyera la calzada entre los kilómetros 27 y 29 del corredor Landázuri–Barbosa, en jurisdicción del municipio de Vélez.
El Instituto Nacional de Vías (Invías) y la Oficina de Gestión del Riesgo de Santander realizaron un sobrevuelo para evaluar los daños y confirmaron que la emergencia mantiene incomunicadas a varias comunidades del Magdalena Medio. Las fuertes lluvias provocaron el colapso total de la banca y la evacuación preventiva de varias viviendas cercanas.
El secretario del Interior del departamento, Óscar Hernández, aseguró que “ya se inició la intervención y el diagnóstico de lo sucedido, un proceso que tardará más de tres meses”.
Según Invías, el cierre total aplica para todo tipo de vehículos, aunque se han habilitado rutas alternas para transporte liviano y de pasajeros, no obstante, el paso de vehículos pesados está prohibido hasta nuevo aviso.
La emergencia se suma a otras afectaciones registradas en los últimos meses sobre este mismo corredor como en los kilómetros 38+900 y 42. También dentro de la Transversal del Carare se reportan hundimientos, pérdida de banca y fallas geológicas que hacen muy inestable la vía.
Estos puntos críticos agravan el riesgo de movilidad en todo el tramo Landázuri–Vélez, de 54 kilómetros, donde cerca del 40 % del pavimento está dañado.
En sectores como El Borrascoso, los deslizamientos son constantes una ladera inestable cae sobre la calzada, mientras que del otro lado la banca se desmorona hacia el río Carare.
Por esta razón, el Invías mantiene un monitoreo permanente mediante controles topográficos y sobrevuelos con dron, para prevenir nuevos colapsos.
La situación llevó a los gremios económicos de Santander a solicitar al Gobierno nacional la declaratoria de urgencia, ante el colapso de dos corredores estratégicos del departamento.
Según explicó Juan Pablo Remolina, director ejecutivo de Prosantander, esta emergencia afecta la movilidad de cerca de 60.000 pasajeros diarios y genera sobrecostos superiores a los $75.000 millones cada día, debido a que las rutas alternas son más largas, costosas e inseguras.
Remolina advirtió además que, por el cierre de la Transversal del Carare y las restricciones en la vía Bogotá–Bucaramanga, varios productos agrícolas y de carga que se transportan desde Santander hacia Boyacá y la capital del país podrían sufrir aumentos significativos en sus precios, debido a los desvíos y mayores tiempos de recorrido.
El Invías hizo un llamado a la ciudadanía para no transitar por la zona afectada, respetar las restricciones de movilidad y consultar información oficial a través de la línea #767 y la página web de la entidad.