El Juzgado 11 Penal Municipal de Bucaramanga, con función de control de garantías, impuso medida de aseguramiento intramural contra Sierra, investigado por su presunta participación en el violento robo a la joyería, ocurrido el pasado 29 de noviembre y que terminó con la muerte de un intendente de la Policía Metropolitana.
Sierra, quien fue capturado cuando entregaba turno, es señalado por la Fiscalía de haber actuado como coautor del asalto. De acuerdo con el fiscal del caso, el uniformado, activo y adscrito a la Fuerza Disponible de Bucaramanga, habría coordinado y facilitado el golpe junto con delincuentes de la Costa Atlántica pertenecientes a la estructura criminal denominada ‘Los Costeños’. Según la investigación, el botín sería repartido por porcentajes entre los participantes.
Durante la audiencia, la Fiscalía resaltó que el testimonio de un testigo es clave en el proceso. Este asegura que la planeación del robo no fue un acto impulsivo, sino una operación premeditada que comenzó antes del mes de noviembre. Según su versión, los involucrados se habrían reunido en un restaurante de la carrera 35, en Bucaramanga, para coordinar el plan que se ejecutó el 29 de noviembre en Cabecera.
El ente acusador señaló que Sierra tenía un rol determinante, ya que no era un policía novato: acumulaba 18 años de experiencia, 60 menciones honoríficas y apenas llevaba tres meses en la Metropolitana de Bucaramanga. Su posición le habría permitido facilitar información clave y vigilar la zona durante el asalto.
La Fiscalía indicó, además, que el uniformado utilizaba un número telefónico entregado por los delincuentes, terminado en 478, para comunicarse durante la ejecución del robo. Por esta razón, los policías al tanto del operativo criminal no podían utilizar los radios de comunicación de la institución para evitar alertarlo.
El robo terminó con la muerte del intendente jefe de la Sijín Fredy Francisco Leal Briceño, quien enfrentó a los delincuentes dentro de la joyería en un intento por evitar el hurto y proteger a una madre que pasaba a esa hora con su hija en el centro comercial.
Mientras avanza la investigación, el subintendente Sierra permanecerá recluido en un centro carcelario durante un año. La Fiscalía continuará con la recolección de pruebas y la identificación de otros presuntos policías vinculados a esta estructura criminal.
Sierra enfrenta cargos por homicidio agravado, tentativa de hurto agravado con afectación directa a la comunidad, cohecho y modalidad dolosa de la conducta. El juez del caso advirtió que la pena podría superar los 50 años de prisión, dado el alto riesgo que representa para la comunidad.