En medio de una creciente crisis en el sector salud que ha llevado al cierre de servicios materno-infantiles en clínicas de Bucaramanga, la Clínica Foscal anunció que mantendrá abiertas sus unidades de atención obstétrica y neonatal.
“Cada madre que recibimos, cada bebé que sobrevive, es una victoria para la salud pública”, afirmó el doctor Jaime José Martínez, jefe del Departamento Materno-Infantil de la Foscal, quien señaló que más del 80% de los pacientes atendidos pertenecen a los regímenes contributivo y subsidiado, y al menos una cuarta parte proviene de zonas rurales o municipios sin servicios especializados.
Actualmente, la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) neonatales y pediátricas de la clínica es del 100% de manera constante, y la demanda de partos ha aumentado de forma significativa, de un promedio mensual de 250 nacimientos, en algunos periodos se han registrado hasta 350.
Pese a que el sistema de salud no compensa adecuadamente la complejidad de los cuidados neonatales ni ha transferido recursos adicionales tras el cierre de estos servicios en otros centros asistenciales, la Foscal sostiene la prestación del servicio. “No atendemos por rentabilidad, sino por responsabilidad”, reiteró Martínez.
La clínica cuenta actualmente con 16 camas en sus UCI neonatales y pediátricas, una unidad hospitalaria pediátrica con 40 camas y realiza más de 1.500 atenciones mensuales en urgencias pediátricas. El 20% de los nacimientos son prematuros y la tasa de cesáreas alcanza el 50%. Aun así, la institución reporta una tasa de mortalidad materna de cero.
Martínez también destacó que la atención está centrada en la humanización, permitiendo que los bebés en incubadora estén acompañados por sus padres en espacios especiales, sin discriminación de ningún tipo.
La Foscal hizo un llamado a las demás instituciones de salud del área metropolitana para que no suspendan sus servicios materno-infantiles, advirtiendo que la capacidad de las unidades que siguen operando podría ser insuficiente si la demanda continúa en aumento.
Desde el 1 de junio de 2025 la clínica Chicamocha mantiene cerrada la sala de partos y la UCI neonatal por la crisis financiera, en su momento la secretaria de Salud de Bucaramanga, Claudia Amaya se refirió a la rentabilidad de estos servicios.
“Servicios como las urgencias y las salas de parto tienen una rentabilidad muy baja para las instituciones, mientras que otros, como cirugía, resultan más lucrativos. Esta situación obliga a los gerentes a tomar decisiones difíciles, como cerrar servicios esenciales, lo cual es una alerta para nosotros como administración municipal”, señaló la secretaria.
Además de la clínica Foscal, en Bucaramanga y el área metropolitana también atienden partos el Hospital Universitario de Santander, el Hospital Internacional de Colombia, la Clínica San Luis y el Hospital Local del Norte.