En Puerto Wilches 350 familias tendrán energía solar en sus casas: Ecopetrol

La esperanza empieza a brillar con luz solar para 350 familias campesinas del municipio de Puerto Wilches, Santander, gracias a un convenio firmado entre Ecopetroly la alcaldía, que busca transformar la vida de comunidades históricamente olvidadas mediante el acceso digno a la energía.

Se trata de una inversión conjunta de $13.950 millones, de los cuales Ecopetrol aporta $13.100 millones y el municipio $850 millones, para instalar sistemas solares fotovoltaicos en viviendas rurales de estrato 1 que hoy no cuentan con conexión confiable a electricidad. Esta intervención cubrirá los sectores de Carpintero, Puente Sogamoso, Centro, El Pedral, Vijagual, Cayumba, Chingalé, Bocas del Rosario, Paturia, Guayabo, Badillo y Cristalina.

La iniciativa, que arrancó el pasado 12 de febrero y se extenderá hasta el 12 de mayo de 2026, forma parte de la Estrategia 2040 “Energía que Transforma” del Grupo Ecopetrol, la cual busca cerrar brechas sociales a través de soluciones limpias y sostenibles, alineadas con una transición energética justa.

“Este proyecto representa una transformación real en la vida de las familias rurales de Puerto Wilches. Llevarles energía solar es llevarles oportunidades, bienestar y dignidad”, destacó Nidia Milena López, jefe Territorial Ambiental Central de Ecopetrol.

Más que energía, dignidad y desarrollo

en las zonas rurales de Colombia, el acceso a la electricidad no solo es un servicio público, es una promesa incumplida para miles de familias que enfrentan la oscuridad noche tras noche. En este contexto, la instalación de paneles solares no solo garantiza luz para el hogar, sino también un impulso vital para la educación, la seguridad, la salud y el emprendimiento local.

El proyecto no solo busca instalar tecnología, sino fortalecer el tejido social. La llegada de energía renovable a estas comunidades representa una oportunidad para que niños puedan estudiar después del atardecer, que mujeres rurales puedan avanzar en sus negocios, y que las familias vivan con un mínimo de bienestar digno.

Este esfuerzo conjunto entre el sector público y privado marca un hito en la lucha por la equidad territorial y la justicia energética. En un país donde aún existen zonas que viven sin servicios básicos, la energía solar se convierte en símbolo de progreso, resiliencia y paz.