Las imágenes captadas por un dron del Cuerpo de Bomberos de Vélez muestran la dimensión del desastre que tiene hoy semiparalizado el sur de Santander. Desde el aire, se aprecia la gigantesca remoción en masa que arrasó con cerca de 300 hectáreas de cultivos, potreros y parte de la vía nacional que comunica a Santander con Boyacá y Cundinamarca a través de la Transversal del Carare.
El deslizamiento, que se produjo tras varios días de intensas lluvias, destruyó completamente un tramo de la carretera y dejó incomunicadas a decenas de veredas de Vélez y municipios vecinos. Las imágenes muestran grietas de varios metros de profundidad, taludes fracturados y toneladas de tierra que se desplazaron montaña abajo, llevándose consigo tramos pavimentados, postes de energía y alcantarillas.
De acuerdo con los organismos de emergencia, al menos 300 hectáreas resultaron afectadas por el movimiento del terreno, que continúa inestable. En la zona, el tránsito vehicular está completamente suspendido mientras equipos del Invías y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres evalúan los daños y definen un plan de contingencia.
“Las imágenes hablan por sí solas. La vía desapareció literalmente. Lo que antes era carretera ahora es una cicatriz de tierra y lodo. Es un panorama desolador”, señaló un habitante de la zona.
El cierre de la Transversal del Carare agrava la crisis vial que atraviesa Santander, donde otros puntos, como la Ruta 45A en Oiba, también presentan fallas estructurales. De acuerdo con Prosantander, los sobrecostos diarios para el transporte de carga y pasajeros superan los $75.000 millones, y alrededor de 60.000 personas se ven afectadas cada día.
Los gremios y autoridades locales han solicitado al Gobierno nacional acciones urgentes para restablecer la conectividad y prevenir que nuevas lluvias provoquen mayores deslizamientos en la región.