Alerta por pico de enfermedades respiratorias: cuándo acudir o no a urgencias
Las infecciones respiratorias en niños aumentan hasta un 30%. Pediatras piden reconocer síntomas de alarma y usar las teleconsultas para evitar congestionar las urgencias.
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Bogotá vive uno de los picos más altos de infecciones respiratorias agudas (IRA) en lo que va del año, una situación que ha encendido las alertas entre las autoridades de salud.
De acuerdo con la Secretaría Distrital de Salud, las consultas pediátricas por estas enfermedades han crecido cerca de un 30 % en las últimas semanas, y hoy representan la principal causa de hospitalización en menores de dos años.
Ante este panorama, expertos y entidades médicas hacen un llamado a los padres para actuar con precaución, reconocer los síntomas de alarma y evitar la congestión de los servicios de urgencias cuando no sea necesario.
Según la Sociedad Pediátrica de Los Andes (SPLA), una institución bogotana especializada en atención pediátrica prioritaria y teleconsultas, la mayoría de los casos leves o moderados pueden manejarse en casa, siempre con la orientación de un pediatra.
“Muchas infecciones respiratorias comienzan como un resfriado común y pueden tratarse en el hogar cuando hay congestión nasal, tos leve o fiebre baja. En estos casos, los padres pueden acceder a una consulta virtual con el especialista para recibir un plan de manejo y prevenir complicaciones”, explica José Manchego, director ejecutivo de SPLA.
Durante las teleconsultas, el médico evalúa en tiempo real los síntomas del niño y guía a los padres en una revisión física básica, lo que permite establecer un diagnóstico y definir los cuidados a seguir. Además, se les enseña a los cuidadores a identificar signos de alarma que requieren atención inmediata en un centro médico.
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Entre las recomendaciones más frecuentes están mantener la lactancia materna, evitar el contacto con personas enfermas, garantizar una buena ventilación en los hogares y cumplir con el esquema de vacunación.
Sin embargo, Manchego advierte que hay síntomas que no deben esperar: dificultad respiratoria, respiración rápida con hundimiento de costillas, fiebre alta persistente, ruidos extraños al respirar, coloración azulada en labios o uñas, y problemas para alimentarse. En esos casos, es fundamental acudir sin demora a un servicio de urgencias.
Para los lactantes menores de seis meses, los niños prematuros o aquellos con enfermedades de base, la recomendación es no postergar la atención presencial. El llamado de las autoridades es claro: actuar con prevención, confiar en la orientación médica y usar los servicios de urgencias solo cuando sea realmente necesario.