La increíble historia de mujer de 27 años con cáncer terminal que desapareció tras un año
La joven, de 27 años, fue diagnosticada con un tipo de cáncer cerebral extremadamente raro en adultos y considerado terminal. Estos fueron sus síntomas.
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Paige Suisted, de 27 años, llevaba una vida aparentemente normal: modelaje, trabajo en una joyería y planes como cualquier joven de su edad.
Sin embargo, todo cambió un día cuando comenzó a sentir que los dedos de su mano derecha se entumecían. Con el tiempo, la sensación se extendió a sus brazos y piernas, dejando a Paige confundida y preocupada.
La joven es de Kiwi, Nueva Zelanda, y al principio buscó ayuda médica sin éxito. “Mis dedos simplemente dejaron de funcionar”, recordó al Daily Mail Australia.
Recibió diagnósticos contradictorios: un médico mencionó un derrame cerebral, otro la enfermedad de Raynaud, y uno más simplemente le colocó un cabestrillo. Ninguna de estas explicaciones fue correcta, y su frustración creció hasta que finalmente pidió ser admitida en un hospital para realizar pruebas completas.
Después de semanas de tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y una biopsia cerebral, llegó el diagnóstico devastador: astrocitoma en etapa cuatro, un tipo de cáncer cerebral extremadamente raro en adultos y considerado terminal.
El tumor, del tamaño de una pelota de golf, estaba presionando los nervios que controlaban el lado derecho de su cuerpo.
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“Cuando me lo dijeron, grité y lloré. Todo lo que podía pensar era en mis hermanos menores y en querer verlos crecer”, confesó Paige. Los médicos determinaron que la cirugía sería demasiado arriesgada, con un 50 % de posibilidades de éxito y otro 50 % de quedar completamente paralizada. Ante esto, Paige inició un tratamiento con radiación y quimioterapia, documentando en Instagram los efectos debilitantes de la enfermedad y los tratamientos.
Sin embargo, un año después, ocurrió algo inesperado: los últimos escáneres cerebrales mostraron que el tumor había desaparecido. “Esta enorme pelota de golf en mi cerebro… no podemos ver nada de ella en las resonancias magnéticas”, dijo Paige.
Aunque los médicos no pueden confirmar oficialmente que esté libre de cáncer sin una cirugía, consideran su caso una verdadera “anomalía médica”.
Hoy, Paige Suisted está concentrada en recuperar su independencia, fortalecer su confianza y abogar por otros que enfrentan enfermedades graves. “Ni siquiera mis médicos entienden cómo sucedió esto. Ahora vivo cada día plenamente y quiero ayudar a otras personas”, afirmó. Su historia es un recordatorio del poder de la resiliencia y de cómo la vida puede dar giros inesperados, incluso frente a lo que parecía imposible.