Son de más de 12 nacionalidades. Llevan 51 días varados en las playas de Necoclí, los mismos días que lleva Colombia con la medida de aislamiento obligatorio.
Son 294 migrantes a los que la pandemia por COVID-19 los sorprendió en el Urabá antioqueño, intentando llegar a Panamá en su camino hacia los Estados Unidos.
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En el inicio de la cuarentena obligatoria, la Alcaldía de Necoclí firmó un contrato por $200.000.000 con la fundación 'Brisa y Mar' para garantizar la atención de los migrantes. Pero, esos recursos y ese contrato se terminaron el pasado 27 de abril, desde cuando estas 294 personas quedaron a la deriva y a la solidaridad de la gente.
“Nosotros no estamos tranquilo. Solo estaremos tranquilos cuando estas personas sigan su camino. Estamos pidiendo que nos ayuden a abrir un corredor humanitario o al menos una decisión del Gobierno Nacional que nos está dejando solos con un problema que es de todos”, dijo el alcalde de Necoclí, Jorge Tobón.
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En el municipio esperan la llegada de Migración Colombia.
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