Abandonada por su madre y sin vista desde los 30 años: la emotiva historia de Diana Herrera
Además, durante su adolescencia, sufrió un intento de abuso por parte de un tío político, una situación que su familia no creyó, calificándola de "chismosa".
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La vida de Diana Herrera ha estado marcada por desafíos extremos: desde el abandono maternal a los 9 años hasta la pérdida total de la visión a la edad de 30 años. A pesar de los traumas, se ha transformado en un símbolo de perdón y sanación.
En una emotiva entrevista en Relatos al Límite, Herrera compartió detalles de su infancia y cómo logró reconstruir su vida, hoy dedicada a inspirar a otros a romper sus propios límites. La mujer relató cómo conoció el abandono cuando su madre la dejó junto a sus dos hermanos menores en un terminal de transportes en Ibagué.
Su madre, quien fue madre a los 15 años, no asimiló la situación de ser progenitora. Diana, con tan solo nueve años, se sintió perdida mientras se hacía cargo de su hermano de cuatro y su hermana de dos. Aunque su familia paterna la encontró y se hizo cargo, su infancia estuvo plagada de inseguridad. Herrera experimentó maltrato físico por parte de su familia paterna y una sensación constante de vacío, al no tener a su madre ni a su padre presentes.
Además, durante su adolescencia, sufrió un intento de abuso por parte de un tío político, una situación que su familia no creyó, calificándola de "chismosa". Años después, a los 22, Diana buscó a su madre, pero lo que recibió fue un "maltrato psicológico terrible". Lejos de profundizar la herida, este encuentro fue clave para la liberación: "Fue un parte importante para empezar a sanar, porque entendí y comprendí que ella no nos quería en la vida de ella y que pues cuando alguien no te quiere en tu vida, ¿Qué es lo mejor que puedes hacer? Alejarte".
La crisis de la adultez llegó con la inexplicable pérdida de la visión a los 30 años. Tras un año de tratamientos infructuosos, incluyendo inyecciones intravítreas muy costosas (cerca de 12 millones por ojo), un día despertó sin ver "absolutamente nada". Este trauma la sumió en una depresión profunda de tres años, llevándola a intentar quitarse la vida dos veces.
Su resiliencia se activó gracias a una conmovedora intervención de su hija: "Y un día cualquiera mi hija me: ‘mamá, yo ya estoy cansada de verte así, ¿Tú no crees que Dios tiene un propósito contigo?’ Y una niña que te diga eso, o sea, te parte el alma y te hace recapacitar mucho". A partir de ese momento, decidió que debía cambiar su manera de pensar y aceptar su nueva condición, entendiéndola como diferente, pero no imposible.
Tras superar la depresión, Herrera, tecnóloga en Negocios Internacionales, incursionó en el emprendimiento creando Refrigerios Express. Actualmente, su principal enfoque es dictar charlas de motivación y crecimiento personal en empresas, donde entrena a las personas sobre cómo tratar y convivir con la discapacidad.