
Así fue el aterrador momento en que oso polar acecha a un hombre: todo quedó en video
El oso polar, que puede correr hasta 40 km/h, se lanzó en persecución del hombre, quien dejó caer su rifle en momentos de pánico.

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Un estremecedor episodio de supervivencia quedó registrado en video en la remota localidad ártica de Pyramiden, en el archipiélago noruego de Svalbard. Un trabajador de un hotel local corría de las garras de un oso polar que lo persiguió durante varios segundos en plena noche.
El hecho ocurrió el pasado domingo 27 de abril, cerca de la medianoche, cuando la tranquilidad de este rincón del Ártico se vio interrumpida por gritos de alerta y disparos. La turista estadounidense Rebecca Baack, quien se hospedaba en el hotel como parte de una expedición de esquí, fue testigo del aterrador momento y logró captar las impactantes imágenes.
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“Un miembro del personal intentaba ahuyentarlo cuando el oso lo atacó”, relató Baack a medios estadounidenses. En el video, se escucha el sonido de una pistola de bengalas que el trabajador usó como método disuasivo, pero la bengala cayó detrás del oso, provocando que el animal avanzara directamente hacia él.
Lo que siguió fue una escena digna de una película de suspenso: el oso polar, que puede correr hasta 40 km/h, se lanzó en persecución del hombre. En un acto desesperado, el trabajador dejó caer su rifle y corrió hacia una moto de nieve cercana. Afortunadamente, el vehículo estaba encendido y orientado en la dirección correcta. Logró subirse y arrancar justo a tiempo, mientras el oso lo seguía a escasos metros. Finalmente, el animal se detuvo y se sentó en la nieve, aparentemente desconcertado.
Maybe he just wanted to play. pic.twitter.com/XO8zevGGLH
— The JRE News (@joeroganhq) April 28, 2025
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“Sentí un enorme alivio al verlo escapar. Ojalá hubiera tenido apoyo, pero gracias a Dios dejó la moto de nieve lista”, expresó la turista, aún conmovida por lo vivido. En el video, se oye a otros testigos elogiar la valentía del trabajador: “¡Vaya, qué tipo valiente!”, grita uno fuera de cámara.
El hombre se refugió en una camioneta tras la persecución, mientras el oso, no satisfecho, revisó otra moto de nieve y devoró algunos bocadillos que encontró. Pese a los esfuerzos del personal por espantarlo con bocinas de camiones, el animal permaneció bajo el hotel —elevado sobre pilotes— hasta terminar su improvisada cena y luego volvió hacia el hielo marino.
Este incidente vuelve a poner sobre la mesa los riesgos de convivir tan cerca del hábitat natural de estos depredadores, en una zona donde los encuentros entre humanos y osos polares son cada vez más frecuentes.