Steve Hickman es un explorador, técnico de buceo y buceador aficionado que desde 1980 ha inspeccionado el Wallachia con el fin de recuperar botellas que contenían whisky, gin y cerveza. Sin embargo, en su última visita al barco hundido, las botellas de cerveza que recogió de las heladas aguas fueron enviadas a una firma de investigación llamada Brewlab.
El carguero sumergido desde 1895 en la costa escocesa estaba repleto de embalaje, que incluían desde miles de botellas alcohólicas hasta grandes contenedores de una sustancia química llamada cloruro de estaño.
Hickman y sus amigos ya habían probado las cervezas que en múltiples exploraciones recogieron del barco.
Pero uno de ellos, después de haber escuchado una conversación por casualidad de Brewlab, decidió enviar unos ejemplares del tesoro que guardaba el Wallachia al laboratorio.
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Los científicos de Brewlab, junto con colegas de la Universidad de Sunderland en el Reino Unido, lograron extraer levadura viva del líquido que había dentro de tres de ellas que, para su sorpresa, contenían un tipo inusual de levadura.
Las pruebas realizadas a la cerveza del carguero indicaron que se encontraban dos tipos diferentes de levadura: Brettanomyces y Debaryomyces. Este último, siendo inusual de encontrar en una cerveza histórica, según el fundador de la compañía y sus colegas.
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El equipo de investigadores que realizó estas pruebas evalúa la opción de usar esta cepa para la elaboración de cervezas modernas o incluso, de mejorarlas.
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