La llegada del Buque Escuela ARC Gloria a Puerto Vallarta no solo marcó un hito, sino también un momento inolvidable para uno de sus tripulantes. El cabo tercero de Infantería de Marina, José Peluffo, aprovechó el desembarco para cumplir un plan que llevaba meses imaginando: pedirle matrimonio a la mujer que conoció en uno de los puertos del Crucero de Cadetes.
Ella lo esperaba en el muelle con flores, dos regalos envueltos y una sonrisa nerviosa. Había viajado desde Québec, Canadá, solo para reencontrarse con él. Tras bajar del buque, Peluffo la saludó, se dieron un beso y, en cuestión de segundos, él la distrajo, se arrodilló y le pidió que fuera su esposa. La respuesta fue inmediata. “Es que sí”, dijo ella entre risas y temblores, aún sorprendida. “Viajé desde muy lejos para estar con él hoy y disfrutar de México juntos, estoy muy feliz y sigo muy nerviosa. Mire, me tiembla todo”.
Peluffo confesó que la propuesta estaba en su mente desde el primer día. “Desde el momento en que nos conocimos fue algo muy lindo, estuve prácticamente tres meses esperando volverla a ver”, aseguró. El infante de marina, tripulante del Buque Escuela ARC Gloria, contó que el viaje de su novia fue largo, pero significativo: “Viajó desde Quebec hasta acá, gracias a Dios hoy confirmamos nuestro amor”.
La pareja ya piensa en el siguiente paso: “Nos casamos a finales del siguiente año”, revelaron entre abrazos y sonrisas. Así, en medio del bullicio del puerto y bajo las velas del Gloria, un amor nacido en alta mar encontró tierra firme para comenzar una nueva vida juntos.