
que ya no está, era una grata persona”.
Garzón reveló que tras el asesinato de Jaime, su madre, no volvió a salir a la calle hasta el día de su muerte hace seis años, “era su gordo, a ella le afectó en todo su mundo, él era muy importante, nos enseñó y nos involucró en ese despertar”.
Marisol aseguró que hablar con Jaime seriamente era muy difícil porque siempre bromeaba y le hallaba las cosas graciosas a las situaciones. “Definitivamente él fue una persona que nos hacía la vida más fácil”.
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Sobre los últimos días de su hermano, Marisol reveló que a Jaime lo amenazaron varias veces y “a cuanto se le ocurrió amenazarlo”, y aseguró que el humorista político presentía que se acercaba el momento de su muerte y prefería enfrentar las situaciones antes de esconderse.
En cuando al tema de la impunidad del crimen de Jaime, Marisol dijo que siguen confiados en el colectivo de abogados encargados del caso y que con el fin de ejercer presión internacional, el caso fue llevado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
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