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En ese sentido, cabe destacar que el contrato firmado entre la Presidencia y Rhodes y Cappa Ltda culminaría el 31 de diciembre pasado; sin embargo, este se prorrogó hasta el 31 de marzo de 2016, debido al fenómeno de El Niño (Lea también: Congreso escuchará a contratistas de la Fiscalía el 6 de octubre).
La formalidad se firmó el 4 de junio pasado por Yolima Jiménez, quien es subdirectora de operaciones de la Presidencia y por una contratista de Carol Rhodes. Hay que señalar que la jefa del área administrativa de presidencia, Adriana Paola Jaimes, no supervisó dicho acuerdo.
El Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, señaló que este contrato se celebró con el propósito de reemplazar las anteriores cortinas, teniendo en cuenta que el lugar debe encontrarse en óptimas condiciones para dar una buena imagen en la Casa, que viene ligada a la formalización de acuerdos comerciales y fortalecimiento de relaciones diplomáticas.
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Dentro del contrato se explica que se presta a la entidad los servicios de apoyo a la gestión para el diseño, tejido, confección e instalación de las cortinas dentro de la casa presidencial (Lea también: Centro Democrático cita a contratistas de Fiscalía a control político).
La compañía argumentó que no fue posible garantizar la producción de Corseda, debido al cambio climático que está afectando severamente los cultivos de Morera, que es la base de la alimentación del gusano de seda.
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Asímismo, agregó que esto ha influido directamente en la calidad y en la cantidad del capullo producido (Lea también: Salí de la Fiscalía por oponerme al contrato de Springer: Alejandro Ramelli).
Este es el contrato de entre el Gobierno Nacional y la compañía Rhodes.