Así es el Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad de Cundinamarca
Más que un grado académico, representa la posibilidad de comprender las dinámicas sociales desde adentro y de proponer transformaciones profundas en las comunidades.
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En Cundinamarca avanza una apuesta educativa sin precedentes: el Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad de Cundinamarca, un programa concebido para que los profesionales del ámbito educativo y social se conviertan en investigadores capaces de incidir en sus territorios.
Este doctorado, primero en la historia de la Universidad de Cundinamarca y único ofrecido por una institución pública de educación superior en la región, se destaca por integrar tres dimensiones clave: territorio, saber pedagógico y creación de conocimiento. Desde esta perspectiva, la universidad busca aportar al desarrollo humano y a la consolidación de una educación de calidad que responda a los desafíos contemporáneos del país.
Una característica central del programa es su estrecha relación con los contextos donde se desarrolla la vida educativa. Las líneas de investigación abordan asuntos como la formación docente, la educación ambiental, los aprendizajes para la paz, la resiliencia comunitaria, la evaluación educativa y las prácticas pedagógicas emergentes. Cada tesis nace de una pregunta surgida en escuelas rurales, instituciones urbanas, organizaciones sociales o entidades estatales que buscan redefinir cómo acompañan, enseñan y gestionan el conocimiento.
La modalidad del doctorado también responde a las necesidades de quienes trabajan y estudian al mismo tiempo. El programa se desarrolla de manera presencial en Fusagasugá, con sesiones intensivas los viernes por la tarde y los sábados durante toda la jornada. Este esquema, unido a una duración estimada de entre tres y cinco años y un total de 80 créditos, permite avanzar en los seminarios, la investigación y la escritura de la tesis sin descuidar responsabilidades laborales y familiares.
Su enfoque académico se sustenta en la educación transmoderna, corriente que promueve la reflexión crítica y el diálogo entre saberes. Gracias a esta orientación, los doctorandos participan en seminarios teóricos, talleres especializados, electivas de profundización, estancias académicas y redes académicas nacionales e internacionales. La meta es que cada estudiante consolide una voz investigativa propia y pueda posicionarse en debates contemporáneos sobre educación.
El impacto de este proceso formativo se refleja en el perfil del egresado: un investigador autónomo, con capacidad para diseñar propuestas educativas, diagnosticar problemas y liderar iniciativas transformadoras en diferentes ámbitos sociales. Esta cualificación abre caminos profesionales en cargos directivos, consultorías, gestión de proyectos, trabajo comunitario y creación de programas pedagógicos innovadores.
Uno de los aspectos más valorados del doctorado es su énfasis en la aplicabilidad del conocimiento. Las investigaciones no se quedan en el papel: se convierten en libros, artículos, modelos de intervención, recomendaciones de política pública, estrategias curriculares y propuestas comunitarias que fortalecen la vida educativa de los territorios. Las imágenes que acompañan estas iniciativas suelen mostrar esa doble dimensión del programa: discusiones académicas rigurosas y trabajo directo con comunidades rurales, grupos juveniles o colectivos étnicos.
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En materia económica, el costo por semestre es de $12.812.000 durante los primeros cuatro semestres y de $8.541.000 a partir del tercer año. La UDEC ofrece, además, un descuento del 20 % para egresados y otro del 10 % por certificado electoral, ambos acumulables.
Quienes estén interesados pueden comunicarse con el Instituto de Posgrados de la Universidad de Cundinamarca o escribir al WhatsApp 317 401 5845 para conocer requisitos, fechas de admisión y opciones de financiación.