Cerca de 1.000 niños y jóvenes se quedarían por fuera del sistema escolar en Ocaña

La llegada masiva de familias retornadas de Venezuela, la cercanía con el sur del departamento del Cesar y el arribo de familias desplazadas de la zona Catatumbo para quedarse a vivir en Ocaña, hacen que para este año la matrícula en los colegios públicos colapse al punto de desbordar la capacidad en los salones de clases.

Según cifras dadas a conocer por los directivos, todas las instituciones tienen sobrecupo y los cursos han quedado hasta con 45 estudiantes. Para estos casos, la norma dice que en cada aula deberían recibir clases un total de 35 estudiantes para mejorar el proceso de aprendizaje y el control para el docente.

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Para Cristo Miranda, presidente de la subdirectiva de Asinort, sindicato que reúne a los educadores en Norte de Santander, es un riesgo para la salud de los docentes y para el proceso de aprendizaje, que se haya colapsado la capacidad de las aulas. Agregó que un acuerdo logrado con la Secretaría Educación del departamento indica que 40 estudiantes deben estar como número máximo dentro del salón de clases.

Ante esto, el defensor regional del pueblo, Diógenes Quintero Amaya, dijo que la secretaría y las instituciones deben garantizarle el acceso a la educación a todos los estudiantes que busquen matricularse para este año lectivo.

Por su parte, Óscar Pallares, presidente de la Asociación de Rectores, agregó que en los últimos años son muy pocas las obras de infraestructura que se han ejecutado en las instituciones educativas y por eso no cuentan con las aulas suficientes para albergar los estudiantes. Sumado a esto está la falta de educadores para la Provincia de Ocaña y la zona del Catatumbo, tema que ha evadido por mucho tiempo la Secretaría de Educación.

Actualmente, en cada una de las instituciones educativas existen familias que madrugan para hacer fila y lograr un cupo para sus hijos.