La profesión que poco se conocen en Colombia y ayuda a personas con discapacidad visual
Menos del 30 % de los niños, niñas y jóvenes con discapacidad visual logran acceder a la educación básica con los apoyos adecuados, según estudios.
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En Colombia, más del 70 % de las personas con discapacidad visual no cuentan con los apoyos especializados necesarios para su inclusión educativa, social y laboral. Así lo revela el Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC), una institución que ha asumido no solo la tarea de rehabilitar a esta población, sino también la de formar a quienes hacen posible su inclusión: los tiflólogos, profesionales aún poco conocidos, pero esenciales para garantizar los derechos de las personas ciegas o con baja visión.
Pero, ¿quiénes son estos profesionales y por qué su labor es tan relevante? Los tiflólogos son expertos en el acompañamiento educativo de personas con discapacidad visual. Están capacitados para enseñar habilidades como la lectoescritura en Braille, la orientación y movilidad con bastón blanco, y el uso de tecnologías accesibles. Además, facilitan la participación de esta población en espacios educativos, laborales y comunitarios. Más que enseñar contenidos, construyen rutas para que sus estudiantes ejerzan sus derechos y vivan con autonomía.
Desde hace más de cinco años, el CRAC ha desarrollado el programa “Tiflología para la Inclusión”, una estrategia educativa que ha capacitado a cientos de profesionales de distintas áreas —como pedagogía, psicología o terapia ocupacional— en esta disciplina. El objetivo es formar agentes de cambio que acompañen el proceso de inclusión de las personas con discapacidad visual en todos los rincones del país, especialmente en zonas donde los servicios de rehabilitación son inexistentes.
A pesar de que Colombia cuenta con normativas que respaldan el derecho a la educación inclusiva, como el Decreto 1421 de 2017, la realidad dista mucho del papel. Menos del 30 % de los niños, niñas y jóvenes con discapacidad visual logran acceder a la educación básica con los apoyos adecuados. La situación es aún más crítica en regiones apartadas, donde las tasas de discapacidad visual son más altas y donde no existe presencia de tiflólogos ni servicios públicos de rehabilitación visual.
Frente a esta problemática, la directora general del CRAC, Gladys Lopera Restrepo, es enfática: “Formar más profesionales en tiflología es una prioridad nacional. Sin tiflólogos, miles de personas ciegas o con baja visión quedan por fuera del sistema educativo, del empleo y de la vida comunitaria. Para el CRAC, fortalecer esta formación es parte de nuestra misión institucional; para el país, es una inversión urgente en inclusión, equidad y justicia social”.