La Virgen de la Paciencia será la alcaldesa perpetua de este municipio
El acuerdo fue aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos del pueblo.
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El pleno del Ayuntamiento de Oropesa del Mar (Valencia, este) Acordó por unanimidad, y en sesión extraordinaria y urgente, distinguir a su patrona, Nuestra Señora la Virgen de la Paciencia, como alcaldesa perpetua de este municipio, uno de los más turísticos de esta zona costera.
Según fuentes municipales, el ayuntamiento, gobernado por el conservador Partido Popular, impulsó la sesión extraordinaria tras conocer un escrito presentado por un sacerdote y la Cofradía de la Virgen de la Paciencia en el que presentaban esta iniciativa.
El objetivo era avanzar en un marco normativo necesario para nombrar a la virgen como alcaldesa perpetua de esta localidad costera, de unos 12.000 habitantes. El acuerdo ha sido aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos -el PP y el ultraderechista Vox en el gobierno y los socialistas y nacionalistas en la oposición- destacando la voluntad de "reconocer el papel histórico, cultural y espiritual de la Virgen de la Paciencia en la vida de Oropesa".
La urgencia del pleno responde, según las fuentes municipales, a la cercanía de la celebración del primer domingo de octubre, fecha en la que se conmemora el Día de la Patrona de Oropesa del Mar, momento señalado en el que se prevé oficializar este "reconocimiento solemne".
La devoción a la Virgen de la Paciencia es una de esas expresiones de fe mariana que, aunque no es tan difundida como otras advocaciones, guarda un profundo sentido espiritual. Su origen se remonta a España, particularmente en la región de Valencia, donde desde el siglo XVII se empezó a venerar una imagen de la Virgen María bajo este título singular: “Nuestra Señora de la Paciencia”.
El nombre se inspira en una virtud esencial atribuida a María: la paciencia. Ella es vista como modelo de fortaleza silenciosa y de esperanza serena frente a las pruebas más difíciles. Los primeros devotos resaltaban la capacidad de la Madre de Jesús para soportar con fe el dolor de la Pasión, confiando plenamente en la voluntad de Dios. La advocación se fue consolidando como un consuelo para quienes enfrentaban sufrimientos personales, enfermedades o conflictos familiares.
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Con el tiempo, esta devoción trascendió las fronteras españolas y llegó a América Latina, llevada por misioneros y comunidades religiosas. En varios países se conserva la tradición de rezar a la Virgen de la Paciencia pidiendo fortaleza para sobrellevar las dificultades de la vida cotidiana. Muchas oraciones resaltan la serenidad de María como ejemplo de mansedumbre y confianza en medio de las adversidades.
Hoy, la Virgen de la Paciencia es considerada patrona de la templanza y la calma, especialmente invocada por quienes buscan controlar la ira, la impaciencia o la desesperanza. Su mensaje sigue siendo profundamente actual: cultivar la paciencia no como resignación pasiva, sino como un acto de amor, confianza y perseverancia.