Mike Black, un millonario estadounidense , tomó una decisión radical en 2020 que sorprendió a muchos: renunció a su fortuna y optó por convertirse en vagabundo.
Su objetivo era ambicioso: demostrar que era posible reconstruir una fortuna desde la pobreza absoluta en Estados Unidos. Sin embargo, lo que comenzó como un reto inspirador, terminó en un fracaso.
Black se embarcó en el proyecto Million Dollar Comeback, documentando cada paso del proceso en YouTube con la esperanza de inspirar a miles de personas que, como él, habían sufrido las consecuencias económicas de la pandemia por covid-19.
"Conocí a muchas personas que lo perdieron todo durante la pandemia y se deprimieron mucho. Incluso tuve un amigo que perdió un negocio de 10 millones de dólares de la noche a la mañana", comentó en uno de sus videos.
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Para comenzar su "viaje espiritual", Mike renunció a su alquiler y vivió en la calle por varios días hasta que un amigo le ofreció una caravana para pasar las noches.
Sin un techo propio, Black intentó generar ingresos con lo poco que tenía. Su primera fuente de dinero llegó al vender muebles a través de plataformas en línea, actuando como intermediario y llevándose una pequeña comisión. En las primeras semanas logró reunir 300 dólares.
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A los 15 días consiguió alquilar un pequeño apartamento y, tras tres meses de lucha, encontró un empleo como administrador de redes sociales.
Parecía que su plan funcionaba, pero pronto las cosas empezaron a torcerse. El agotamiento físico, el estrés y la presión mental empezaron a poner en peligro en su salud.
10 meses después de iniciar el desafío, Black tuvo que abandonar su plan tras ser diagnosticado con dos enfermedades autoinmunes que le causaban fatiga crónica y problemas en las articulaciones.
"He decidido oficialmente poner fin al proyecto antes de tiempo. Aunque solo faltaban dos meses para completar el desafío, mi salud se ha deteriorado al punto de que necesito enfocarme en cuidarme", explicó en un video.
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A pesar de que logró acumular 65.000 dólares, su cuerpo no pudo soportar el ritmo. "Siempre debemos recordar ayudar a los necesitados; podríamos ser la oportunidad que ellos necesitan", reflexionó Black.