Video: astronautas chinos celebran el primer asado de la historia aeroespacial
Los tripulantes de las misiones Shenzhou 20 y Shenzhou 21 lograron lo impensable: cocinar pollo y carne de res en condiciones de microgravedad.
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A más de 400 kilómetros sobre la superficie terrestre, un aroma inusual recorrió los módulos metálicos de la estación espacial Tiangong. No se trataba de experimentos químicos ni de combustibles, sino del primer asado espacial de la historia. Los tripulantes de las misiones Shenzhou 20 y Shenzhou 21 lograron lo impensable: cocinar pollo y carne de res en condiciones de microgravedad.
El logro marca un nuevo hito en la vida cotidiana de los astronautas y en el desarrollo de la tecnología culinaria en el espacio. Para hacerlo posible, ingenieros de la Agencia Espacial China diseñaron un horno especial capaz de funcionar sin el proceso de convección natural que ocurre en la Tierra. En ausencia de gravedad, el aire caliente no asciende y el frío no desciende, lo que hace imposible asar alimentos con métodos convencionales.
El equipo de científicos e ingenieros resolvió el problema mediante un sistema de calentamiento por conducción y radiación controlada, que permite distribuir el calor de forma uniforme en el interior del horno. Gracias a este avance, los astronautas pudieron preparar piezas de pollo, filetes de res y otros alimentos que hasta ahora solo podían disfrutar en sus recuerdos terrestres.
Oh, they make it real
— Shen Shiwei 沈诗伟 (@shen_shiwei) November 4, 2025
🇨🇳🧑🚀Chinese astronauts have an ‘All Chinese-style’ space barbecue at its Tiangong space station, with chicken wings🍗 and steak🥩!
It looks so delicious! pic.twitter.com/PZxhSTAO5y
Las imágenes transmitidas por la agencia muestran a los seis tripulantes riendo mientras colocan los alimentos cuidadosamente dentro del dispositivo, que luce como una pequeña caja metálica sellada. Luego de varios minutos, los resultados fueron presentados ante las cámaras: filetes dorados, jugosos y, según uno de los astronautas, “con un sabor sorprendentemente similar al de casa”.
Más allá de la anécdota, este experimento representa un paso importante hacia las misiones espaciales de larga duración. La posibilidad de cocinar alimentos frescos podría mejorar la salud y el bienestar psicológico de los astronautas, reduciendo la dependencia de comidas liofilizadas o empaquetadas.
China ha convertido la estación Tiangong en un laboratorio donde se ensayan las condiciones necesarias para mantener presencia humana continua en el espacio. Ahora, con esta parrillada cósmica, el país demuestra que la exploración espacial también puede tener sabor y aroma.
Mientras las brasas, virtuales, se apagaban en órbita, los astronautas brindaron con jugo de frutas en bolsas selladas. Una celebración sencilla, pero histórica: el primer banquete a 400 kilómetros de altura.