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Yarumal, en el norte de Antioquia, no solo resalta por sus paisajes montañosos y su legado patrimonial, sino también por haber sido la cuna de Epifanio Mejía, el poeta que escribió la letra del himno de Antioquia. Su tumba reposa en el corazón del municipio, como parte de una ruta cultural viva y respetada por la comunidad.
Mejía, nacido en 1838, dejó un legado literario profundamente ligado a la identidad paisa. Su poesía, cargada de nacionalismo y sensibilidad, se convirtió en un símbolo regional cuando su letra fue adoptada oficialmente como himno en 1962. Su vida y obra se entrelazan hoy con el tejido urbano e histórico de Yarumal.
La tumba de Epifanio Mejía se encuentra en la Basílica Menor Nuestra Señora de La Merced, una joya arquitectónica de estilo neoclásico cuya construcción se inició en 1860. En su interior reposan obras de arte religioso como vitrales, retablos y el órgano más grande del departamento.
Frente a esta basílica está el Parque Epifanio Mejía, lugar que honra al poeta con un busto en bronce y placas conmemorativas. El parque, de diseño armónico y rodeado de árboles de yarumo, es también punto de encuentro ciudadano, rodeado de edificios emblemáticos como la Escuela Rosenda Torres, la Alcaldía Municipal y la Casa Natal del Padre Marianito.
En este entorno convergen la historia, el arte y la cultura local. Allí también se encuentran monumentos a Simón Bolívar y al presbítero Benedicto Soto Mejía, figuras centrales en la memoria yarumaleña.
De acuerdo con el portal 'Antioquia Es Mágica', este municipio, ubicado a unas tres horas de Medellín, es "catalogado como uno de los municipios con mayor desarrollo comercial y económico dentro del departamento de Antioquia, puesto que allí se presentaron grandes acontecimientos históricos que potencializaron la región".
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La Casa de la Cultura Francisco Antonio Cano y la biblioteca pública Epifanio Mejía son referentes culturales del municipio. Allí se realizan talleres de danza, escultura y pintura, y se conservan obras y bustos de artistas yarumaleños como el propio Cano, reconocido internacionalmente.
A pocas cuadras se encuentra el Museo Juan Nepomuceno Rueda, fundado en 1969, que resguarda una valiosa colección religiosa, objetos litúrgicos, libros antiguos y una imagen centenaria del Señor Caído. Es uno de los lugares clave para entender la dimensión religiosa e intelectual de Yarumal.
En las afueras del casco urbano se puede visitar el Seminario de Misiones Extranjeras, fundado por Monseñor Miguel Ángel Builes, donde también funciona el Museo Etnológico Gilberto Gallo, con murales del artista Salvador Arango. Su historia conecta con la evangelización y la arquitectura religiosa del siglo XX.
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Yarumal también cuenta con hitos históricos como el Puente de Piedra, en la vía hacia Angostura, y el Puente Arco de Vélez, ambos vestigios del comercio antioqueño del siglo XIX. Estos lugares forman parte de la narrativa patrimonial que complementa el valor simbólico de la tumba del poeta.
Yarumal es hoy un destino de turismo cultural en crecimiento, donde el visitante puede recorrer una ruta que entrelaza espiritualidad, historia, arte y literatura de un municipio que honra la memoria de Epifanio Mejía y ofrece una experiencia de encuentro con las raíces antioqueñas.
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