Blondie, una perra de raza doberman, fue la víctima del más reciente caso de maltrato animal en Medellín. El animal sufrió tres intentos de envenenamiento y fue el tercero el que terminó con su vida.
Con velas, globos, flores, carteles y oraciones, unos 50 vecinos del barrio Laureles Las Acacias y amantes de los animales, homenajearon, despidieron y pidieron justicia por Blondie, una doberman de un año y medio año de edad que murió envenenada en su cuadra, víctima de la intolerancia de alguno de sus vecinos.
Fue en el tercer intento de matar a Blondie en el que la perrita, desgastada y aún recuperándose de un envenenamiento previo, murió en una clínica veterinaria.
“Ella ya había sufrido dos envenenamientos, fue algo horrible, todo el dolor de ella fue horrible. El sufrimiento de ese animalito es algo inhumano”, relató a Blu Radio Sebastián Giraldo del Río, propietario de Blondie.
Según Sebastián, una de sus vecinas ya había amenazado varias veces a la perrita por hacer sus necesidades en el jardín, aunque él siempre se ofreció, no solo a limpiar lo que hacía Blondie, sino cualquier otro perro que ensuciaba el lugar.
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“Vivimos al frente del parque, había testigos cuando ella me dijo que la iba a envenenar, cuando ese mismo día la envenenó”, contó.
Actualmente ya cursa en la Fiscalía un proceso por el caso de Blondie, pero la consternación de los vecinos aún sigue, por esa razón, mientras avanza la investigación, planean hacer una segunda velatón este domingo, para pedir justicia por la muerte de la doberman que conocían en todo el barrio.
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