La razón: el nuevo dueño no está obligado a formular una oferta para EPM por el mismo valor de la subasta, por ser un accionista mayoritario. Esto es, la considerada empresa de servicios públicos más eficiente de América Latina es dueña de un 13.14% de las acciones de Isagén.
Según el reglamento de la segunda etapa de enajenación dispuesto por el Ministerio de Hacienda, son “accionistas minoritarios”, quienes tienen menos de 3 por ciento de propiedad, según el reglamento de la segunda etapa de enajenación dispuesto por el Ministerio de Hacienda.
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Pese a esta situación, el Grupo EPM, propiedad del municipio de Medellín, espera que de aprobarse la venta de su porcentaje, el municipio de Medellín reciba, por cada una de las 358 millones 332 mil acciones que tiene en Isagen, la suma de cuatro mil 130 pesos. Es decir, el mismo valor por el que vendió el gobierno nacional.
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De tomarse una decisión favorable a la venta, y a un precio por acción de cuatro mil 130 pesos, EPM recibiría casi UN BILLÓN Y MEDIO DE PESOS. El municipio ha tasado ese trece por ciento en Isagen en 650 millones de dólares, es decir que, de entrada, Empresas públicas de Medellín EPM perdería más de 600 mil millones de pesos en ese negocio.
Vale señalar que el año pasado, la Alcaldía de Medellín retiró el proyecto de Acuerdo, mediante el cual se autorizaba a EPM la enajenación de las acciones de Isagen.
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El Concejo de Medellín rechazó la iniciativa, luego de considerar que las acciones que tiene Empresas Públicas en Isagen no deben ser vendidas, “puesto que el capital allí invertido se ha multiplicado notablemente y se ha convertido en un ahorro municipal”, expresaron los concejales del período pasado.
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