Atención oportuna a familias provenientes de Venezuela: editorial Ley del Montes
Editorial de Óscar Montes en Vive Barranquilla.
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La atención eficaz y oportuna que deben recibir las personas provenientes de Venezuela se ha convertido en uno de los mayores retos, tanto para la Gobernación del Atlántico como para la Alcaldía de Barranquilla. Todos los días se reciben reportes de familias que llegan al departamento en busca de un mejor futuro para su familia ante la crisis social, política y económica que atraviesa el vecino país.
Llama la atención que el Gobierno Nacional haya decidido descargar su responsabilidad en las administraciones departamental y distrital -en cabeza del gobernador, Eduardo Verano, y del alcalde de Barranquilla, Alejandro Char- quienes deben duplicar esfuerzos para tratar de afrontar y superar la crisis humanitaria que viven quienes ingresan al país con la esperanza de mejorar sus actuales condiciones de vida.
El secretario privado de la Gobernación del Atlántico, Pedro Lemus, en entrevista que concedió a Blu Radio Barranquilla, llamó la atención sobre la delicada situación que viven quienes han ingresado al país en las últimas semanas.
“Estamos haciendo grandes esfuerzos –dijo Lemus- para atender a esas personas de la mejor manera, tanto en lo que tiene que ver con sus condiciones de salud, como de asistencia social, que nos permitan solucionar la crisis que atraviesan”.
De acuerdo con el Secretario Privado de la Gobernación, al Atlántico han llegado en las últimas semanas, cerca de 22.000 personas provenientes de Venezuela, aunque se trata de una cifra que varía con el paso de los días, puesto que –como lo afirmó el secretario Lemus- es una población dinámica.
Atender a una población numerosa y creciente, como la proveniente de Venezuela, implica destinar recursos humanos y económicos que no siempre están disponibles. Por eso es que se requiere de la colaboración inmediata del Gobierno Nacional, que sí cuenta con el personal y el presupuesto para hacer frente a la crisis humanitaria.
No se trata de un gesto solidario con la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla -como podrían pensar algunos funcionarios de la Cancillería o del Ministerio de Salud-, sino de un acto de elemental justicia con quienes han tenido que ponerle el pecho a la crisis.
Teniendo en cuenta que son muy pocos los recursos con que cuentan y muy limitado el personal del que disponen, hay que reconocer que es mucho lo que hacen la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla al tratar de buscarle una salida humanitaria y oportuna a quienes todos los días ingresan al país provenientes de Venezuela.