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En San Andrés, lugar en el que se encendieron las alarmas por el incremento de casos de COVID-19 que ya alcanzan los 1.545 contagiados y 17 los fallecidos, se confirmó un brote de la enfermedad en la penitenciaría Nueva Esperanza de la isla.
Según el Inpec, son 68 los reclusos contagiados, quienes se encuentran aislados en un pabellón, mientras que el personal de guardia y de sanidad de la cárcel dieron negativos.
De los casos confirmados hay cuatro pacientes con comorbilidad, a los cuales se les hará un seguimiento más estricto por parte del equipo de sanidad del Inpec.
“Son casos asintomáticos, solo dos de los positivos en búsqueda activa este jueves se encontraron con temperatura de 38 grados. La dirección general del Inpec y Epmsc San Andrés da un parte de tranquilidad”, expresaron voceros del Inpec.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario indicó además que, a través de La Fiduprevisora, se realizó la contratación adicional de un médico y cuatro enfermeras para el área de sanidad de la cárcel y así brindar una mejor atención de los privados de la libertad.
Por su parte, la Secretaría de Salud de San Andrés informó que, por el momento, se está a la espera de resultados de pruebas PCR que se realizó a otra parte de la población carcelaria.
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