Pocas horas después de que un hombre estalló una granada sting ball contra una panadería del centro de Barranquilla y dejó herida a una persona que transitaba por el sector, delincuentes en moto atacaron a tiros un establecimiento de comidas rápidas en el barrio El Concord de Malambo.
Este segundo atentado no dejó heridos, pero sí causó serios daños a la infraestructura del local, pues todos los vidrios quedaron destrozados por las balas. Allí, testigos afirmaron que, minutos antes del ataque, el dueño del negocio habría ignorado una llamada extorsiva a su teléfono celular.
Y una situación similar denunció el dueño de la panadería que atacaron primero con explosivos hacia el mediodía del martes. Mientras la Policía negó que este atentado obedeciera a un caso deextorsión , el comerciante víctima rompió el silencio y contó que hace ocho días lo llamaron para que se reuniera conextorsionistas y cuadrara la cuota que debía pagar.
"Hace dos semanas había unos chicos mirando el negocio, avisamos a las autoridades para que estuvieran pendiente de estas personas sospechosas y las autoridades llegaron, pero días después nos llamaron (delincuentes) e hicimos caso omiso (a sus pretensiones), así que esta vez volvieron, se sentaron, luego salieron de aquí y al poco tiempo regresaron a hacer el atentado vistiendo otra camisa", narró la víctima.
El dueño de la panadería sostuvo que esta no es la primera vez que su negocio es objeto de un atentado, pues hace un año delincuentes hicieron varios disparos contra la fachada para presionar el pago de una extorsión, de hecho, aún conserva las vainillas que quedaron regadas en el suelo en ese entonces.
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