No esperemos milagros en Electricaribe: Editorial Heberto Amor

El proceso de intervención de Electricaribe, para complacer las solicitudes de mandatarios y dirigentes políticos de la región quienes durante dos años presionaron para que se tomaran decisiones de fondo, ha significado un pare en el análisis de una realidad que parece repetirse. Aquellas manifestaciones convocadas a lo largo de la Costa para que se interviniera la empresa, ya se frenaron. Todo parece indicar que como por arte de magia se acabaron los apagones y se solucionaron los problemas. Mientras los políticos hacen silencio, quienes asumieron la tarea de manejar la empresa en medio de la intervención, envían un mensaje claro. No se puede esperar que en el corto plazo mejore el servicio, porque las soluciones de fondo a los problemas del sector deben ser estructurales y a mediano plazo. El Concejo de Barranquilla se ha declarado en expectativa y observación (es que así permanecen ellos todo el tiempo) luego de escuchar los informes de Javier Lastra y Edgardo Sojo, quienes están al frente del manejo del proceso de intervención. Los demás actores, desde los dirigentes comunales encabezando protestas y bloqueando vías, hasta los alcaldes y gobernadores que presionaron la intervención hacen silencio. Las cifras indican que desde el 14 de noviembre de 2016 cuando se tomó posesión de la empresa hasta la fecha, se ha logrado reducir del 60% al 36% la exposición a la compra de energía en bolsa; se registraban 26 limitaciones de suministros bajo amenaza de apagón y hoy la cifra está en cero, mientras que se reporta una estabilización de las finanzas a través de los convenios logrados con los contratistas para los pagos. No obstante, seguimos enfrentados a problemas de redes y es necesario acometer las inversiones para garantizar el servicio especialmente en momentos en que han comenzado las lluvias. No hay logros para mostrar, es una simple gestión con base en el flujo de caja, pero lo cierto es que si queremos milagros es a mediano plazo cuando se concreten las acciones del Plan 5 caribe. Ese informe de gestión demuestra que ahora viene lo más duro, conseguir un operador que se le mida al manejo de una empresa que ya estuvo en manos privadas y no funcionó. Nadie está pidiendo la nacionalización pero tampoco es conveniente que quienes iniciaron la lucha para la intervención estén callados ahora cuando se requiere que se tomen decisiones para que llegue el nuevo operador con musculo financiero para hacer los cambios. No esperemos milagros a corto plazo. Señores la intervención administrativa es un acto jurídico, que no necesariamente significa un milagro.