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Particular protesta de sacerdote en Barranquilla para reclamar a Alcaldía recursos para su ancianato

El padre Cyrillus Swinne decidió dejarse crecer la barba hasta que la administración distrital le gire los recursos correspondientes para la atención de 70 adultos mayores en el asilo San Camilo.

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Particular protesta de sacerdote en Barranquilla.
Foto: Hogar San Camilo

Desesperado por no tener dinero para seguir alimentando y cuidando a los 70 adultos mayores del Hogar San Camilo, el padre Cyrillus Swinne inició una particular protesta para exigirle a la Alcaldía de Barranquilla que cumpla con el contrato firmado para el sostenimiento de los ancianos y gire los recursos que le corresponde.

El sacerdote decidió dejarse crecer la barba para manifestar su preocupación, porque desde junio no recibe los recursos de la administración distrital, la deuda acumulada se acerca a los 350 millones de pesos y, mientras tanto, los adultos mayores no tienen con qué comer, el hogar está en riesgo de que le corten los servicios públicos y más de 40 trabajadores del asilo se quedaron sin sueldo.

"Somos una entidad sin ánimo de lucro, donde atendemos a 70 ancianos pobres. Nosotros ponemos las instalaciones y su mantenimiento, así como el 20% de los gastos de funcionamiento. La Alcaldía, a través de un contrato, asume el 80% de los gastos de operación, pero nos deben el pago de la cuenta de junio (174.997.733), julio (172.498.751) y el mes de agosto que ya terminó", explicó el padre Ciryllus, a cargo del Hogar San Camilo.

"Nosotros hemos tenido que financiar aproximadamente 200.000.000 de pesos y ya no tenemos dónde sacar dinero para pagar los sueldos, comprar los alimentos, pagar los servicios públicos... estamos en crisis total", agregó.

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El padre Cyrillus aseguró que este viernes alzará su voz junto al arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Emiro Salas, para manifestar su inconformismo por el abandono a los adultos mayores en la capital del Atlántico, ya que la falta de recursos también tiene en aprietos a los hogares geriátricos San Antonio y la Granja de San José.

Finalmente, Swinne advirtió que, si el Distrito sigue incumpliendo el contrato, está dispuesto “a llevar a los ancianos en un bus a la puerta de la Alcaldía para que la administración se encargue de su sostenimiento”.

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