Al drama por la violenta muerte de Katherine Jiménez Parra se suma la incertidumbre por el paradero desconocido de su hijo, un niño de 9 años que quedó a cargo de su padrastro luego de que la barranquillera fue hallada sin vida en un terreno baldío de Guayaquil, Ecuador.
El cadáver de la enfermera, de 29 años, fue encontrado tres días después de que su esposo reportó su desaparición.
Su cuerpo tenía signos de tortura y, teniendo en cuenta que la mujer afrontaba un difícil proceso de separación, su familia pidió que su pareja fuese investigada.
Sin embargo, el hijo de la víctima siguió a cargo de este hombre y aunque en principio el niño se mantuvo en comunicación con su familia en Colombia, hace seis días su padre y demás parientes enBarranquilla desconocen su paradero.
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Con angustia, Leidys Obando, tía del menor, clama la ayuda del Gobierno Nacional para que lo ubiquen en Ecuador y sea repatriado junto al cadáver su madre.
"Cuando se enteró de que la mamá había fallecido, el niño se puso muy mal y hablamos con él, pero después no nos contestó más las llamadas ni los mensajes y eso nos preocupa", dijo.
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El papá puso de presente en el Instituto de Bienestar Familiar que en caso de que el niño sufra algún daño, la responsabilidad debe recaer sobre la familia de su padrastro, que lo tiene a cargo.
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