Alerta roja en Cali por incendios forestales
Las temperaturas en Cali superaran los 34°, lo que hace más difícil controla los incendios, que en la mayoría de veces son ocasionados por el ser humano.
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En los últimos días la capital del Valle ha alcanzado temperaturas de hasta 34° centígrados bajo la sombra, situación que activó la alerta roja de los organismos de socorro que hasta la fecha han atendido 40 incendios forestales en Cali y su área rural.
De acuerdo con Rodrigo Zamorano, secretario para la Gestión del Riesgo de la ciudad, el 90% de estos incendios son provocados por pirómanos, por eso hizo un llamado a los ciudadanos para que denuncien a quienes sorprendan realizando quemas no autorizadas.
“Eso es un delito muy importante en el código penal y está regulada, por eso invitamos a la comunidad a que denuncie estos pirómanos, hay incendios que se hacen en forma culposa y otros en forma dolosa”, sostuvo Zamorano.
Sin embargo, los incendios forestales no es el único inconveniente que se presenta en la capital del Valle por la oleada de calor que se vive actualmente, Fredy Ágredo, médico responsable de salud publica y epidemiologia de la Secretaría de Salud de Cali, indicó que los ciudadanos están expuestos a un agotamiento por deshidratación.
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El funcionario recomienda beber ocho vasos de agua al día y prestar atención a los niños y recién nacidos, ya que las altas temperaturas pueden causar efectos en esta parte de la población.
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“Tratar de tomar por lo menos de 8 a 10 vasos de agua al día, comer alimentos frescos, entre ellos frutas y verduras, evitar el consumo de bebidas alcohólicas o el consumo de dulce o alimentos calientes, tratar de usar ropa suelta, ligera y preferiblemente en tonos claros, no realizar ejercicio físico en ambientes demasiado calurosos, usar protectores solares con factores de protección mayores al 50% y tratar de evitar actos públicos masivos en lugares que estén muy expuestos al calor”, recomendó Ágredo.
Las autoridades de salud, además recomendaron no dejar estancar agua, teniendo en cuenta que las altas temperaturas son aceleradoras para el cultivo de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue.