Después del atentado sufrido el pasado 5 de julio en su propia casa, Alirio García, gobernador mayor del resguardo del Palmar de la comunidad Awa, de quien se dijo estaba desaparecido, apareció afirmando que se encuentra en la clandestinidad debido a que el ELN lo quiere asesinar, por lo que pidió, además, la mediación de la Cruz Roja Internacional, la ONU y la OEA, para seguir trabajando por su comunidad.
En una videollamada, el líder indígena recordó que varios hombres armados con fusiles y vestidos de camuflados que decían ser del ELN, llegaron al resguardo destruyendo puertas y ventanas y preguntando insistentemente por él, a pesar que sus hijas suplicaban.
En su relato a Blu Radio, el líder de la etnia Awa dijo que dos de los subversivos derribaron una puerta grande de la habitación donde estaba y lo sacaron a la fuerza apuntándole "con una pistola en la cabeza".
García recordó igualmente que, "en segundos llegaron otros comuneros" y fue ahí que aprovechó la confusión para huir por la parte trasera de la casa.
"Ellos me dispararon en repetidas ocasiones cuando comencé a correr por entre la maleza, pero como estaba oscuro no sabían por dónde había cogido y eso fue lo que me salvó, un verdadero milagro que no resultara herido", aseguró García.
"Eran varios hombres unos cubrían sus rostros con pasamontañas y otros no, tuve mucho miedo porque la casa estaba rodeada por esas personas y mi familia lloraba y suplicaba que me dejaran tranquilo que no le debía nada a nadie", continuó en el relato.
Según afirma, tras huir, duró "toda la noche escondido en el monte y gracias a la comunidad que salió inmediatamente con los bastones de mando estas personas se fueron del pueblo".
García dice estar "seguro" de "que es el ELN" que lo quiere asesinar: "Yo los conozco porque ellos siempre están en la zona", aseveró, pidiendo protección al Gobierno pese a que, según él, no tiene problemas "con nadie" y "siempre" ha servido a la comunidad.
Este líder indígena, de 59 años, afirma de paso sentir incertidumbre de qué puede ocurrir ahora con su comunidad, la cual, según dice, está en medio del fuego cruzado entre grupos armados ilegales.
El líder indígena asegura que no sabe porqué el ELN lo persigue y anda por el pueblo tranquilo intimidando a la comunidad. Por eso, añadió, las autoridades indígenas están exigiendo que respeten a la comunidad.
"La comunidad no quiere vivir más arrinconada por ningún grupo armado ilegal que llega a imponer su ley, violando nuestros usos y costumbres", manifestó García.
Hasta hoy y casi seis días después del frustrado atentado contra el líder indígena, la dirección de la Unidad Nacional de Protección (UNP) no se ha pronunciado sobre el esquema de seguridad de este y los otros dos lideres indígenas de la comunidad Awá que huyeron cuando los iban a matar.
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