No cesa la incertidumbre en el suroccidente del país, pues en la noche del domingo se reportó una nueva detonación de artefactos explosivos en dos municipios del Valle del Cauca, horas después de los ataques contra la fuerza pública registrados en el norte del Cauca.
El primer incidente ocurrió en zona rural de Tuluá, específicamente en el corregimiento de Barragán, donde fue arrojada una granada de fragmentación contra una garita de la subestación de policía de la zona, minutos después ráfagas de fusil se registraron en el mismo sitio.
"No ha habido ningún herido ni de la Policía, ni de la población civil. Este atentado se le atribuye al grupo delincuencial Adán Izquierdo", detalló el alcalde de Tuluá, John Jairo Gómez.
El segundo ataque se registró en la zona industrial de Acopi, en el municipio de Yumbo, ahí sujetos a bordo de una motocicleta, con vestimenta completamente oscura, lanzaron una granada contra una de las empresas del sector, y huyeron a alta velocidad. La detonación no dejó daños considerables, ni lesionados.
"Con las actividades de Policía Judicial, en las entrevistas que se han hecho con trabajadores y encargados de esta empresa, se ha podido constatar que no tenían amenazas o exigencias económicas por parte de un grupo ilegal", expresó el coronel William Quintero, comandante (e) de la Policía Metropolitana de Cali.
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